(Foto: América Televisión)

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El lunes pasado, personal de la Empresa Municipal Administradora de Peaje de Lima (Emape) colocó unas cuantas rocas en la playa La Pampilla en Miraflores como medida de prevención ante el fuerte oleaje previsto por la Marina de Guerra para este fin de semana. Dicha acción iba a repetirse el martes, pero un grupo de bañistas y surfistas evitaron que los trabajadores de la Municipalidad de Lima cumplieran con su objetivo.

En ese marco, Joaquín Salas, juez de la Federación Peruana de Tabla, explicó que están oponiéndose a las acciones de Emape por una sencilla razón: “esto no sirve”.

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La Municipalidad de Lima puso las rocas para evitar que las olas alcancen y afecten el polémico tercer carril de la Costa Verde, pero Salas dijo que el agua llegará de todas maneras a la vía.

“Cuando entren las olas del suroeste, van a chocar y van a saltar. Les han hecho una rampa. El agua va a salir, va a mojar la pista y causar accidentes”, dijo a América Noticias antes de agregar que estas rocas tampoco tienen una base sólida.

ENLACE: Facebook: Denuncian destrucción de playa La Pampilla

Joaquín Salas señaló que donde hoy se construye el tercer carril de la Costa Verde antes había tierra, la que evitaba que el agua llegue a la pista en esta temporada, pero “ahora ya no hay nada”.

El representante de los tablistas y bañistas indicó que esta situación fue entendida por la anterior gestión municipal, pero la nueva, liderada por Luis Castañeda, realizó las obras de todos modos aunque, comentó, al principio prometió que “no vamos a hacer el tercer carril, vamos a respetar la línea”.

Sin embargo, el municipio inició el trabajo en la zona porque ya tenía firmado un contrato con la constructora del caso, añadió Salas.

La Municipalidad de Lima informó el martes que colocó las piedras para “reforzar” la franja costera en el tramo cercano a la playa La Pampilla para “contrarrestar el posible desborde de las agua maerinas”, pero la Dirección General de Capitanías y Guardacostas de la Marina (Dicapi) replicó que el arrojo de piedras y tierra que realizó Emape no contó con su autorización.

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