Papa Francisco y un nuevo y polémico discurso (Foto: Flickr / Catholic Church England and Wales)

Papa Francisco y un nuevo y polémico discurso (Foto: Flickr / Catholic Church England and Wales)

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E. El papa Francisco sorprendió hoy con un original mensaje por Navidad en el que enumeró las 15 ‘enfermedades’ que padece la Curia Romana. El pontífice dejó de lado los formalismos y fiel a su estilo directo describió los límites y defectos de la jerarquía de la Iglesia católica.

La primera ‘enfermedad’ que el papa mencionó es la de “sentirse inmoral e insustituible”, sin defectos y privada de autocrítica. “Una curia que no hace autocrítica, no se actualiza y no intenta mejorar es un cuerpo enfermo”, indicó Francisco, quien luego acusó que los órganos de gobierno de la Santa Sede sufren de “exceso de actividad”.

Asimismo, dijo que otro mal que padece la Iglesia es la “petrificación mental y espiritual”, seguido del “exceso de planificación y funcionalismo”, la “mala coordinación”, y lo que denominó el “Alzheimer espiritual”, que la lleva a olvidar el “fervor inicial”.

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“Otra patología es la rivalidad y vanagloria, el vivir en el mundo de las apariencias”, manifestó.

El papa Francisco también incluyó en su lista la “esquizofrenia existencial” de quienes olvidan que están al servicio de personas concretas, “que viven una doble vida, se limitan a hacer trámites burocráticos, dependen solo de sus propias pasiones, caprichos y manías y construyen a su alrededor muros y costumbres”.

No a los chismes
El papa Francisco también fue enfático al mencionar la ‘enfermedad’ de los “chismes” y la “cizaña”, aunque luego incluyó la de “divinizar a los jefes” y pensar “solo en lo que se debe obtener y no en lo que se debe ofrecer”.

Otra ‘patología’ es “la enfermedad de la indiferencia hacia los demás” y la de la “cara fúnebre”, ya que considera que el religioso “debe ser una persona amable, serena y entusiasta”.

“¡Qué bien hace una buena dosis de humor!”, recomendó.

Francisco, que rechaza toda ostentación papal, incluyó entre los males de la Iglesia el de “acumular bienes materiales”, de pertenecer “a círculos cerrados”, así como “la mundanidad y el exhibicionismo”.

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El Sumo Pontífice concluyó su singular discurso con una advertencia: “Cuánto mal puede causar a todo el cuerpo de la Iglesia un solo sacerdote que cae”, dijo al mencionar indirectamente los escándalos sexuales y financieros así como las filtraciones de noticias por parte de miembros de la Curia que marcaron el pontificado de su predecesor Benedicto XVI.

Luego de su discurso, el papa saludó uno por uno a todos los cardenales para luego reunirse con los empleados y mandos medios del Vaticano.