(Foto: Flickr / Catholic Church England and Wales)

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Ante las 60.000 personas que asistieron a una nueva audiencia general en el Vaticano, el papa Francisco no solo aseguró que “todos somos pecadores”, sino también señaló que algunos cristianos que “están siempre en la iglesia (…) después hablan mal de todos, despellejan a todos”.

“¡Qué mal ejemplo! ¡Hablar mal de los demás! ¡Eso es un pecado! Si el que hace eso es un cristiano… ¡yo me hago ateo!”, enfatizó.

El sumo pontífice explicó que la murmuración es un vicio extendido desde los mismos ambientes clericales, que “no solo crea un clima malsano, sino que es contrario a la esencia del cristianismo”.

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En esa línea, insistió en que “todos somos pecadores”, pero “si alguno cree que no es un pecador ¡que levante la mano!”. Poco después sonrió al descubrir que no había ninguna mano alzada.

El papa también recriminó la actitud de algunos cristianos que cuestionan a la iglesia cuando estos son parte de ella.

“A veces algunos dicen ‘la Iglesia no hace esto, la Iglesia no hace lo otro, pero dime, ¿quién es la Iglesia? Los obispos, el papa… ¡No! La Iglesia somos nosotros”, enfatizó.

De otro lado, pidió oraciones “por el pueblo mexicano, que sufre por la desaparición de sus estudiantes y por tantos problemas similares”. Del mismo modo, manifestó su preocupación por el avance de la epidemia de ébola.


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