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Adán Cortés, el joven mexicano detenido el miércoles 8 por irrumpir en la entrega del Premio Nobel de la Paz en protesta por la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala y la violencia en su país, fue castigado con una multa de 1.700 euros.
Con una bandera mexicana manchada de rojo, el activista se plantó ante los dos galardonados, la paquistaní Malala Yousafzai y el indio Kailash Satyarthi, y les pidió que hablen de la crisis que vive su nación.
Cortés reconoció la acusación de “perturbar el orden público y de intrusión ilegal en el recinto de la alcaldía”, y aceptó la sanción, una multa de 15.000 coronas noruegas.
“Mi mensaje era pedir ayuda para México. Es lo que grité”, expresó. “Las autoridades matan estudiantes”, manifestó en el centro de detención donde lo llevaron. Ahora se encuentra en migraciones.
ENLACE: Iguala: 120.000 personas firmaron petición de justicia por 43 desaparecidos
La familia de Adán contó que la multa fue pagada por una persona anónima. Los medios de Noruega informaron que el muchacho tramitaba su asilo político en Oslo, pero luego de su irrupción en la ceremonia denegarían su solicitud.
“No era planificado. Supe que había la ceremonia cuando estuve en la ciudad y pensé que era una buena oportunidad para promover mi mensaje. Ahora estoy preocupado por mi y por mi propia seguridad. Lo que deseo es seguir con mi vida como antes”, acotó.
