La mayoría de migrantes procede de países de África subsahariana. (Foto: Getty Images)
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Las muertes de personas en la ruta del Mediterráneo en 2016 marcaron un récord histórico, con 3.800 víctimas que intentaron viajar desde África a Europa.
El dato es más crudo si se considera que en 2015 llegaron 500.000 migrantes, muchos menos que los 327.846 registrados este año. Lo que implica que disminuyeron los viajes pero aumentaron los fallecimientos.
“Podemos confirmar que al menos 3.800 personas han desaparecido o muerto en el Mediterráneo este año”, declaró citado por El País William Spindler, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Entre los 3.800 víctimas, Acnur incluye a las que perecieron en la ruta del mar Egeo, España y en la parte central que une Libia con Italia, donde ocurre el grueso de la tragedia que engulle a migrantes que en su mayoría provienen del África subsahariana.
En un panorama en el que no se vislumbra una mejora de la situación política en Libia, puerto de partida de las barcas de goma o madera con cientos de migrantes a bordo, la crisis migratoria no ve un futuro alentador. A ello hay que añadir que las mafias que trabajan a “nivel industrial” y, ante la quema de naves por parte de autoridades italianas, con “cualquier cosa que tengan a la mano para lanzar al mar”.
“La marina italiana quema las barcas de goma y madera en la que viajaban los migrantes para que no sean reutilizadas, lo que significa que las embarcaciones nuevas escasean”, explica el experto.
Fuentes de Médicos Sin Fronteras advierten que en las últimas semanas aumentaron los rescates con fallecidos en el Mediterráneo.
