Francisco reafirmó principios de encíclica sobre el medio ambiente. (Foto: EFE)

Francisco reafirmó principios de encíclica sobre el medio ambiente. (Foto: EFE)

Síguenos en Facebook



El papa Francisco pidió hoy a las sociedades, los gobiernos, empresas y creyentes cuidar el medio ambiente.

En la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación, el pontífice pronunció un mensaje centrado en la Tierra y la naturaleza.

“2015 ha sido el más caluroso jamás registrado y quizás el 2016 lo será más. Esto provoca sequía, inundaciones, incendios y fenómenos extremos cada vez más graves. Los cambios climáticos contribuyen también a la dolorosa crisis de los emigrantes forzosos. Los pobres del mundo, que son los menos responsables de los cambios climáticos, son los más vulnerables y sufren ya los efectos”, manifestó, citado por El País.

En esa dirección, el papa Francisco recordó a las potencias su deuda ecológica con los países en desarrollo y demandó que cumplan los acuerdos globales de protección al medio ambiente. El jefe de la Iglesia católica incluyó a las empresas y rescató la actitud vigilante de los ciudadanos.

“La economía y la política, la sociedad y la cultura no pueden estar dominadas por una mentalidad del corto plazo y de la búsqueda de un inmediato provecho financiero o electoral. Deben ser urgentemente reorientadas hacia el bien común, que incluye la sostenibilidad y el cuidado de la creación. Las empresas deben hacer responsablemente su parte, y corresponde a los ciudadanos exigir que esto se realice, es más, que se mire a objetivos cada vez más ambiciosos”, añadió.

En cuanto a los fieles, el papa Francisco les propuso que sumen el respeto al medio ambiente a las acciones de misericordia católica. Bergoglio advirtió que maltratar a la naturaleza es dañar también a los seres humanos y adelantó que la institución debe avanzar hacia la conversión ecológica.

“Que los seres humanos destruyan la diversidad biológica en la creación divina; que degraden la integridad de la Tierra y contribuyan al cambio climático, desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas; que contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todo esto es pecado. Porque un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios.