Las protestas por la masacre de Guerrero continúan. (Foto: Rodrigo Barquera / Flickr)
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A tres meses del secuestro de los 43 estudiantes de Iguala, cerca de 3.000 personas marcharon en Ciudad de México para exigir al Gobierno que descubra el paradero de los jóvenes.
La manifestación fue encabezada por los padres de los normalistas de Ayotzinapa. Hasta hoy solo se han identificado los restos de una de las víctimas que fueron secuestradas por policías y sicarios el 26 de septiembre en el estado de Guerrero.
“Han sido tres meses muy largos para nosotros y no hay nada (…) No habrá cansancio, ni desánimo”, expresó Felipe de la Cruz, progenitor de uno de los muchachos.
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Los manifestantes portaban una bandera gigante de México en la que reemplazaron por negro los colores rojo y verde. “¡¿Qué quiere Ayotzinapa?! ¡Justicia! ¡Justicia!”, gritaban los activistas.
En su mensaje a la nación por Navidad, el presidente Enrique Peña Nieto, quien pasa por la peor crisis de su gestión a raíz de este caso, pidió unión entre los mexicanos.
“Este es el momento de construir, no para destruir; el momento de unir, no para dividir. El momento de fortalecer nuestras instituciones, no para debilitarlas; el momento de pensar en soluciones y de trabajar por México”, manifestó.
