Mariano Rajoy. (Foto: EFE)

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Las elecciones españolas del 20 de diciembre confrontan al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy , de 60 años, con tres candidatos nacidos en la década de los 70, una especie de desafío generacional entre los cuatro principales partidos.

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno desde 2011 y aspirante a la reelección por el Partido Popular (PP, centroderecha), es además el único que repite como candidato y utiliza su veteranía como argumento electoral, frente a la inexperiencia de sus rivales.

“Gobernar es difícil”, ha repetido Mariano Rajoy en numerosas ocasiones durante la campaña, en referencia a las duras circunstancias que ha vivido España en los últimos años por la crisis económica, e insiste en que el país necesita “gente preparada”.

El candidato popular reprocha a sus rivales que “en un cuarto de hora quieren ser presidentes del Gobierno”.

No es su caso, ya que Mariano Rajoy afronta la cuarta candidatura a la presidencia del Gobierno y su primera reelección, puesto que ya fue cabeza de lista del PP en los comicios generales en 2004, 2008 – que perdió – y 2011 – los primeros que ganó -, con lo que en experiencia sí que gana al resto de candidatos.

El candidato del Partido Socialista (PSOE) es Pedro Sánchez , un joven economista de 43 años que aspira a dar una imagen de renovación a un partido centenario, que ha gobernado 21 años en las últimas tres décadas.

Pedro Sánchez, líder del PSOE desde 2014, reivindica el legado de los gobiernos de Felipe González (1982-1996) y José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011), de los que afirma sentirse “orgulloso”, y combina este mensaje con un llamamiento a la renovación para liderar “el cambio” frente a las políticas del PP.

Pero son los líderes de los dos partidos emergentes, Albert Rivera (Ciudadanos, centroderecha) y Pablo Iglesias (Podemos, izquierda), los más jóvenes de los cuatro y los que hacen gala de renovación frente a los candidatos de “la vieja política”, alejada de los ciudadanos y con numerosos casos de corrupción a sus espaldas.

Albert Rivera, de 36 años, comenzó su carrera política en 2006 en Cataluña, oponiéndose al nacionalismo, y en el último año ha dado el salto a la política nacional.

Se ofrece como el líder que representa al centro y rechaza apoyar al PP o al PSOE porque aspira a que gobierne su partido. “España necesita mirar hacia adelante, no hacia la izquierda o hacia la derecha”, afirma.

Pablo Iglesias, profesor universitario de 37 años, aporta la imagen más fresca de los cuatro, con pelo largo que recoge en una coleta, camisa, vaqueros y sin chaqueta ni corbata.

Pero no solo es su imagen: Podemos ofrece el discurso más rompedor con los partidos tradicionales, a los que hasta hace poco calificaba de manera crítica como “casta”.

Los tres eran niños cuando Mariano Rajoy comenzó su carrera política en 1981 como diputado en el parlamento regional de Galicia (noroeste), pero a partir del 20 de diciembre pueden presidir el Gobierno de España.

Si alguno de ellos lo consigue, su juventud no sería una novedad en la política de ese país.

Adolfo Suárez, primer presidente de Gobierno democrático tras la dictadura franquista, tenía 44 años cuando fue elegido para el cargo.

Más jóvenes eran sus sucesores: El socialista Felipe González tenía 40 años cuando llegó a La Moncloa (sede del Gobierno), el popular José María Aznar, 43 y el último jefe del Ejecutivo socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, tenía 44.

También en esta relación Mariano Rajoy es el más veterano, ya que contaba 56 años cuando fue investido presidente en diciembre de 2011.

(Fuente: EFE)


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