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El senador conservador por Texas Ted Cruz se convirtió este lunes en el primer político de Estados Unidos que anuncia oficialmente su intención de ser presidente en 2016, y abrió así una larga campaña que será especialmente dura en el Partido Republicano.
Cruz eligió la Universidad Liberty, fundada por un telepredicador evangelista y que se autodefine como la mayor universidad cristiana del mundo, para anunciar sus aspiraciones como el candidato republicano defensor de un Gobierno central menos influyente y de los verdaderos valores del sueño americano.
“Creo en vosotros, creo en el poder de millones de conservadores valientes que se levanten y restablezcan la promesa de Estados Unidos y, por eso, hoy anuncio que optaré a la Presidencia de los Estados Unidos”, afirmó Cruz, quien ganó su escaño senatorial en 2012 y no goza de gran apoyo en las encuestas.
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En caso de llegar a la Casa Blanca, Cruz derogará la reforma sanitaria aprobada por el presidente Barack Obama en 2010 y a la que los republicanos se han opuesto durante años.
La batalla contra el “Obamacare”, como llaman los republicanos a la Ley de Cuidado Sanitario Asequible del presidente, llevó a este senador novato en 2013 a la primera línea de la política nacional cuando habló durante 21 horas ininterrumpidas para detener, sin éxito, los fondos federales para la reforma sanitaria.
(Foto: EFE)Asimismo, Cruz prometió este lunes acabar con la agencia federal encargada de la recaudación de impuestos, el Internal Revenue Service (IRS), e instaurar un impuesto único y un código fiscal más sencillo y descentralizado.
Cerrar el IRS y acabar con los impuestos a la renta son dos de los principales objetivos del movimiento ultraconservador del Tea Party, al que pertenece Cruz, ya que es visto como una injerencia en la privacidad del ciudadano y un obstáculo de raíces marxistas contra la creación de empleo.
Cruz no olvidó en su presentación pasar por la “trinidad “de toda candidatura política: los orígenes humildes, el espíritu de superación y la familia.
El senador conservador recordó que su padre abandonó la Cuba de Fulgencio Batista sin dinero y consiguió, tras casarse con una estadounidense y “con el amor de Jesucristo”, que él acabara estudiando en las universidades elitistas de Harvard y Princeton.
En la dura campaña republicana, que podría contar con hasta una veintena de aspirantes, Cruz deberá conciliar su mensaje contra el “establishment” (el institucional Washington) que tanto cala en el Tea Party con los episodios no tan humildes de su pasado.
En un intento por establecer la narración oficial de su historia, Cruz contó hoy como su esposa, Heidi Nelson, pasó de montar una pequeña panadería a tener una exitosa carrera en los negocios.
Sin embargo, el senador pasó por alto que su mujer, máster en Administración de Empresas por Harvard, trabaja en el banco Goldman Sachs, uno de los principales donantes en las campañas electorales en 2012.
El candidato presidencial propuso reformas en educación y economía, así como en el sistema migratorio, para reforzar las fronteras y conseguir un “sistema de inmigración legal que dé la bienvenida y celebre a aquellos que vengan por el sueño americano”.
Cruz pidió a los 10.000 asistentes al acto de presentación de su candidatura, la mayoría estudiantes de la Universidad de Liberty, que se sumen a su “ejército de movimiento de base”, porque “es la hora de la verdad, la hora de la libertad y de defender la Constitución de Estados Unidos”.
La premura con la que Cruz, que aspira a ser el primer presidente hispano de EEUU, ha hecho oficial su carrera por la Presidencia le ayudará a recaudar fondos lo antes posible y gozar de presencia mediática a la espera que sus contrincantes pongan a todo gas la campaña de 2016.
En el lado republicano, las encuestas dan como favoritos al exgobernador Jeb Bush y el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, seguidos a cierta distancia de Mike Huckabee, los senadores Rand Paul y Marco Rubio o el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, según un promedio de los principales sondeos realizado por RealClear Politics.
Según esos datos, Cruz no contaría más que con un 4,6 % de apoyo.
En el Partido Demócrata, todo apunta a que la ex secretaria de Estado Hillary Clinton superará el trámite de las primarias de su formación para ser candidata presidencial, en unos comicios para los que las encuestas le dan un 49,4 % de apoyo, frente al 40,6 % en un hipotético choque con Bush.
(Fuente: EFE)