James Comey asegura que Donald Trump lo removió de cargo para “direccionar” investigación. (Foto: EFE)

James Comey asegura que Donald Trump lo removió de cargo para “direccionar” investigación. (Foto: EFE)

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El exdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI) James Comey aseguró hoy ante el Senado de Estados Unidos que el Gobierno de Donald Trump mintió al justificar su destitución, a lo que la Casa Blanca respondió que el presidente “no es un mentiroso”.

La declaración jurada rendida hoy por Comey a los miembros del Comité de Inteligencia del Senado, no obstante, incluye más contradicciones respecto a lo dicho estos meses por Trump.

“La administración eligió difamarme a mí y de manera mucho más grave al FBI”, manifestó James Comey al abrir su testimonio en referencia a los motivos aludidos para despedirle el 9 de mayo.

En la carta en la que le comunicó el despido, Donald Trump aseguró que el FBI necesitaba alguien que “restableciera” la confianza de la ciudadanía en esa institución, algo que Comey consideró “simple y llanamente mentiras”.

Recalcó que el verdadero motivo de su despido fue que Trump quería “de algún modo, cambiar (…) el modo en que se conducía la investigación sobre Rusia”, algo tajantemente rebatido por el abogado del gobernante, Marc Kasowitz, quien dio la réplica al testimonio de Comey.

NUEVA INFORMACIÓN

Pero en el testimonio de James Comey hay otras afirmaciones que, de comprobarse ciertas, podrían considerarse intentos de Donald Trump de interferir en la investigación independiente del FBI sobre la supuesta intromisión rusa en las elecciones de noviembre de 2016 y su coordinación con la campaña del gobernante.

Esas acciones, de confirmarse, pudieran ser consideradas un intento de obstrucción a la justicia, lo que podría desembocar en un juicio político contra el magnate inmobiliario.

Según Comey, Trump le pidió “dejar pasar” el caso sobre la investigación contra su exasesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, quien tuvo que renunciar por sus nexos con Rusia y por haber mentido a las autoridades intentando ocultarlos.

“No, no. Siguiente pregunta”, respondió atropelladamente y con malestar Donald Trump cuando se le preguntó sobre el asunto en la rueda de prensa que ofreció junto al presiente de Colombia, Juan Manuel Santos, el 18 de mayo en la Casa Blanca.

Previamente, en una entrevista con la cadena NBC el 11 de mayo, Trump también aseguró que había cenado con Comey el 27 de enero, una semana después de su toma de posesión, porque el entonces director del FBI quería hablarle sobre su permanencia en el puesto.

“Quería tener una cena porque quería quedarse” en el cargo, dijo entonces Trump, quien, ante el pedido de que aclarara a petición de quién había sido la cena, respondió: “Creo que la pidió él”.

Según Comey, fue el propio presiente el que le había llamado ese mismo mediodía para invitarle a cenar y, aunque había asumido que iba a ser con más personas, al final estaban a solas ellos dos.

Los contactos entre Donald Trump y James Comey son considerados cuanto menos inapropiados, dado el conflicto ético que pudieran suponer debido a la investigación independiente del FBI sobre un asunto que pudiera llegar a salpicar al presidente.

Además, según la versión del exdirector de FBI, fue Trump quien ya al comienzo de la cena en el Salón Verde de la Casa Blanca le preguntó a él si quería seguir en el puesto, y no al contrario, lo que interpretó como “un esfuerzo para que le rogara” por seguir y “crear algún tipo de relación de clientelismo”.

EL CONTACTO, CLAVE

Otro punto controvertido es el origen de los contactos. Trump ha afirmado que el propio Comey lo llamó para asegurarle que él no estaba siendo investigado por la trama rusa, pero de las nueve conversaciones que él recuerda, seis de ellas por teléfono, no menciona ninguna en la que él haya sido quien llamara.

Comey insistió hoy en todo momento en la importancia de la “tradicional independencia del FBI respecto al Poder Ejecutivo”.

A este respecto, una de las acusaciones más graves de Comey es que en la cena del 27 de enero Trump le pidió “lealtad, aunque evitó interpretar si ello supuso un intento de obstrucción a la justicia, algo que – dijo – corresponderá determinarlo al fiscal especial designado para esta investigación, Robert Mueller.

No obstante, el presiente de USA también lo ha negado. “No, no lo hice”, respondió Trump en una entrevista con Fox, aunque seguidamente aseguró que, de haberlo hecho, no habría sido “inapropiado”.

Comey admitió hoy en el Senado que él mismo filtró a la prensa, a través de un amigo, el contenido de sus anotaciones sobre las conversaciones que mantuvo con Trump, después de que este le amenazara en Twitter con la publicación de “cintas”.

“A James Comey más le vale que no haya cintas de nuestras conversaciones antes de que él empiece a filtrar a la prensa”, tuiteó Trump el 12 de mayo, cuando el exdirector del FBI había empezado ya a filtrar su versión del contenido de sus encuentros.

“Dios mío, espero que haya cintas”, dijo hoy al respecto Comey a los miembros del Comité del Senado. Desde luego, eso aclararía quién miente.

Fuente: EFE