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El expresidente de Estados Unidos George W. Bush abogó hoy por “una política migratoria de acogida y respeto a la ley”, pero evitó criticar directamente el polémico decreto migratorio del presidente Donald Trump.
“Yo estoy por una política migratoria de acogida y respeto a la ley”, se limitó a decir Bush cuando se le preguntó en una entrevista con NBC sobre si está a favor o en contra del decreto, ahora bloqueado en los tribunales, que vetaba temporalmente la entrada de refugiados y de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
La Casa Blanca tiene previsto anunciar esta semana un nuevo decreto migratorio, tras el bloqueo del anterior, pero todavía no se conoce la fecha exacta.
El exmandatario republicano (2001-2009) defendió que, para vencer al grupo yihadista Estado Islámico (EI), Estados Unidos debe “proyectar fortaleza”, pero prefirió no opinar sobre si la política migratoria puede influir o no en la derrota de los terroristas.
En su primera entrevista tras la investidura de Donald Trump el pasado 20 de enero, Bush destacó que “es muy importante” que todos los estadounidenses reconozcan “que una de las grandes fortalezas” del país es que las personas pueden profesar la fe que desean o no profesar ninguna.
“Yo entendí desde el principio que este es un conflicto ideológico y que las personas que asesinan a inocentes no son personas religiosas. Quieren promover una ideología y hemos enfrentado este tipo de ideologías en el pasado”, indicó.
En la entrevista, Bush evitó la crítica dura contra Donald Trump, a pesar de haberse desmarcado de él en la campaña, no haber asistido a la Convención del partido y anunciar, a través de un portavoz, que no votó por él, ni tampoco por la demócrata Hillary Clinton, en las elecciones.
Fuente: EFE