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Neoyorquinas de todas las edades y grupos étnicos levantaron hoy su voz en defensa de sus derechos, un salario justo, apoyo a inmigrantes y refugiados, y en contra del tráfico humano, al conmemorarse el Día Internacional de la Mujer.

Centenares de mujeres respondieron a la convocatoria de “Un día sin mujeres”, muchas de las cuales se ausentaron de sus trabajos o estudios para demostrar que son indispensables en las diversas funciones que realizan en la sociedad.

La concentración tuvo lugar en la Quinta avenida de Nueva York, convocada por el mismo grupo que organizó la masiva Marcha de las Mujeres en Washington del 21 de enero pasado.

Las participantes en la concentración llevaban carteles con mensajes como “Las mujeres pertenecemos a todos los lugares donde se toman decisiones”, “El lugar de las mujeres es en la resistencia” o “Revoquen y sustituyan a Trump”.

Muchas vestidas de rojo, el color pedido por los convocantes, las las mujeres exigieron además el derecho a una educación superior y protestar también en contra la brutalidad policiaca.

“Cuando me levanto cada mañana pienso en la gente que no tiene voz, en mujeres con discapacidades que no pueden estar aquí y marchar con nosotras, por las inmigrantes que tienen miedo a la deportación. Yo lucho por ellas”, dijo Carmen Pérez, directora ejecutiva de The Gathering Justice, uno de los grupos que organizó la marcha del pasado enero.

“Espero que sepan que ustedes son necesarias”, agregó, obteniendo vítores de las féminas. Pérez dijo además que el rojo que llevan hoy “no solo representa amor revolucionario”, sino también “el sacrificio que nuestras madres, abuelas, bisabuelas hicieron para que tengamos una mejor vida”.

Entre el grupo estuvo Linda, quien acudió con sus hijas de 11 y 6 años. “Apoyamos el movimiento de las mujeres. Quiero enseñarles que es importante, que aprendan no solo en la escuela, sino participando” en manifestaciones, dijo a Efe.

El evento, que se realizó también en otras partes del país, contó con el apoyo de hombres como Ignacio Palmieri.

“Vine para apoyar los derechos de la mujer. Nacimos de una mujer. No existiríamos sin una mujer. Esa es una realidad y por eso tenemos que defender a nuestras madres, hermanas, hijas”, afirmó Palmieri.

Con el fin de observar el lema de la concentración (“Un día sin una mujer”), algunos restaurantes en la ciudad no abrieron hoy sus puertas en apoyo a las mujeres y algunas escuelas permanecieron cerradas por la ausencia de su personal, según medios locales.

EFE