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La demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump se enfrentaron este domingo 9 de octubre en su segundo debate, en San Luis (Misuri), por las elecciones en Estados Unidos.

Fue un debate lleno de críticas, fuertes intercambios de palabras y hasta ataques personales sobre todo por parte del republicano hacia su rival demócrata.

Desde un principio se notó que el debate iba a ser tenso debido a que ambos candidatos se rehusaron a estrecharse las manos al inicio del careo, rompiendo así uno de los protocolos tradicionales en esta clase de eventos políticos.

El segundo debate entre Hillary Clinton y Donald Trump contó con la presencia de un público selecto que tuvo la oportunidad de formular preguntas a los candidatos.

El tercer y último debate de cara a los comicios generales del 8 de noviembre será el 19 de octubre en Las Vegas, Nevada.

REVIVE AQUÍ EL DEBATE EN ESPAÑOL ENTRE HILLARY CLINTON Y DONALD TRUMP

ACTUALIZACIÓN 09/10/16 A LAS 1:40 PM

BUSCARÁN CONQUISTAR A VOTANTES INDECISOS

La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton , y el republicano Donald Trump afrontan hoy su segundo debate previo a las elecciones de noviembre en Estados Unidos, en el que se esforzarán por conquistar a los votantes indecisos para ampliar el pequeño margen que les divide en las encuestas.

El debate durará 90 minutos, sin interrupciones publicitarias, y todas las preguntas provendrán o bien de votantes indecisos de la zona metropolitana de San Luis que han sido seleccionados por la consultora Gallup, o bien de usuarios de distintas redes sociales.

“Habrá unas once o doce preguntas en total, algunas de ellas vendrán de las redes sociales, y otras de los ciudadanos” que estarán físicamente en el debate, explicó a Efe el asesor principal de la Comisión de Debates Presidenciales (CPD) que se encarga de organizar estos encuentros, Peter Eyre.

Según el diario The Washington Post, Hillary Clinton tiene planeado hablar hacia el comienzo del debate sobre los comentarios de Donald Trump sobre las mujeres en el vídeo filtrado este viernes y su relación con la capacidad del magnate para ser presidente.

ACTUALIZACIÓN 09/10/16 A LAS 7:20 AM

¿DONALD TRUMP LLEGA EN MALA POSICIÓN AL DEBATE?

La divulgación el viernes de un video de 2005 en el que menosprecia a las mujeres con un lenguaje vulgar y machista, le ha valido a Donald Trump un fuerte rechazo incluso en sus propias filas.

Necesitado de manera urgente de atraer el apoyo de sectores del electorado que le son reacios, en particular las mujeres, a menos de un mes de las elecciones del 8 de noviembre Trump corre el riesgo, por el contrario, de perderlos definitivamente.

El debate de este domingo será en consecuencia decisivo para el magnate, que según los analistas había perdido la primera confrontación con Hillary Clinton, el lunes 26 de septiembre.

Las declaraciones que formuló en la noche del viernes y a lo largo del sábado permiten deducir la estrategia que adoptará Trump para intentar doblegar a su contrincante.

El republicano debería mostrarse humilde, reconociendo sus errores de 11 años atrás y reiterando los pedidos de disculpa al respecto, al tiempo que atacará a Hillary Clinton a través de su marido Bill, conocido por sus aventuras extraconyugales.

NOTA ORIGINAL 08/10/16 A LAS 9:43 PM

A un mes de los comicios del 8 de noviembre, en un momento tenso tras revelarse el audio con frases machistas del magnate, los postulantes responderán una mitad de preguntas formuladas por votantes indecisos. En ese estado Trump lleva diez puntos de ventaja a Clinton, impulsado por zonas rurales en las que “el derecho a portar armas, los impuestos y la oposición al aborto” mueven votos, según analistas.

Sin embargo, el riesgo allí es mayor para Donald Trump, cuya actuación en el primer debate le perjudicó en las encuestas. “Trump no puede permitirse otro mal debate”, dijo a Efe William Lowry, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Washington en Saint Louis.

Mientras Clinton ha pasado los últimos días encerrada con sus asesores para practicar su lenguaje corporal y su estilo a la hora de contestar directamente a las preguntas de los votantes, Trump le ha dedicado menos tiempo porque no necesita “ensayar cómo ser humano”, de acuerdo a sus declaraciones a The New York Times.

Aún así, sus asesores le han obligado a mantener encuentros informales para prepararle y evitar que repita la improvisación que marcó su primer debate, especialmente por su escasa experiencia ante votantes indecisos.

Trump no empatiza demasiado bien con la gente que no forma parte de su base principal de votantes”, explicó a Efe una experta en comunicación política de la Universidad de Boston, Tammy Vigil.

“Si percibe que la gente que le pregunta es ‘anti Trump’, aunque solo sean votantes indecisos, puede ponerse nervioso y sentirse tentado a contraatacar. Su temperamento puede volverse en su contra, especialmente al final de la noche. Como vimos en el primer debate, Trump es menos disciplinado a medida que pasa el tiempo”, añadió.

Después del primer cruce de ideas, en el que todas las preguntas las hizo un único moderador, Trump dijo que había estado a punto de atacar a su rival con las infidelidades del expresidente Bill Clinton, y amenazó con ser más duro con ella en el siguiente encuentro.

Es posible que el magnate juegue esa baza si Clinton saca a relucir el video con sus comentarios sobre las mujeres, aunque eso podría “tener un efecto bumerán y ganarle simpatías” a la candidata demócrata, cuya popularidad aumentó durante el escándalo de Mónica Lewinsky hace casi dos décadas, pronosticó Vigil.

“Además, eso reforzaría su imagen de misógino”, puntualizó, por lo que a Trump le conviene más alejarse de los ataques personales a Clinton y limitarse a los “profesionales”, o “centrarse en dar una imagen positiva de sí mismo”.

En cuanto a Clinton, percibida por muchos votantes como distante y calculadora, “tiene que intentar ser más afable sin que parezca que está intentando ser más afable”, resumió Vigil.

“Por otra parte, su tendencia a proporcionar más detalles de lo necesario (sobre sus ideas políticas) presenta un problema en este formato. Su esposo fue realmente uno de los mejores en este estilo porque combinaba un poco de detalle con un montón de empatía”, algo que a ella le cuesta más, indicó la experta.

El formato de debate con preguntas de votantes nació en las elecciones de 1992 y supuso un enorme impulso para la campaña de Bill Clinton, que competía contra el presidente George H. W. Bush y el candidato independiente Ross Perot.

El error de Bush al mirar el reloj mientras le hacían una pregunta y sus respuestas asépticas contrastaron con el carisma de Clinton, que se acercó a una votante para mirarla a los ojos y preguntarle cómo le estaba afectando a ella la deuda nacional.

La mitad de las preguntas correrán a cargo de dos moderadores, los periodistas Anderson Cooper y Martha Raddatz, que podrían plantear temas ignorados en el primer debate, como la inmigración.

Aunque aún queda un último debate, el 19 de octubre en Las Vegas (Nevada), muchos expertos creen que este será especialmente decisivo para Donald Trump, dado que una nueva actuación decepcionante, sumada a los últimos escándalos, puede inclinar a algunos indecisos hacia Clinton y ampliar la ventaja nacional de la ex secretaria de Estado.

Fuente: EFE