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Una serie de maniobras políticas parecen haber entrampado cualquier posibilidad de solución a la crisis de los niños inmigrantes centroamericanos que en grandes números han cruzado ilegalmente la frontera en Estados Unidos.
Esa misma polarización entre republicanos y demócratas que ha impedido hasta ahora el alcance de un acuerdo, también se ha visto reflejada en la población estadounidense según resultados de una encuesta de la agencia The Associated Press-Gfk.
La encuesta establece que el 53% de los estadounidenses creen que Estados Unidos no tiene la obligación moral de ofrecer asilo a la gente que escapa de la violencia o la persecución política en sus países, mientras que el 44% cree que sí.
Y más de la mitad, el 52%, dicen que los niños que dicen estar huyendo de la violencia en Centro América no deben ser tratados como refugiados, mientras el 46% dice que sí.
La Cámara de Representantes, dominada por republicanos, presentó el martes su propio proyecto en que se contemplan fondos por US$659 millones de dólares, un poco más del 15% por ciento de lo solicitado por la administración del presidente Barack Obama, además de la reforma de una ley de 2008 que negaría a los niños de Centroamérica una oportunidad de ser oídos ante una corte de inmigración.
El Senado, en cambio, espera considerar otro proyecto diferente que se acerca más a lo solicitado por el presidente, en cantidad de dinero y en no considerar la reforma de la ley. Pero las probabilidades de aprobarlo – aún cuando se han incluido cientos de millones de dólares para combatir los incendios forestales en el oeste del país y ayuda de emergencia a Israel— son realmente escasas.
El líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, dijo que el impase es culpa de los republicanos. Lo contrario dice el líder de la minoría, Mitch McConnell, que culpa a los demócratas.
Los congresistas tienen hasta el viernes para ponerse de acuerdo, el día en que se retiran a sus largas vacaciones de verano.
Fuente: Voz de América.