Expresidente colombiano Álvaro Uribe. (Foto: EFE)

Expresidente colombiano Álvaro Uribe. (Foto: EFE)

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El expresidente colombiano Álvaro Uribe opina que concentrar a los guerrilleros de las FARC en una zona de Colombia bajo supervisión de la comunidad internacional mientras se desarrolla el diálogo en Cuba, ayudaría a acabar con la violencia, protegería la democracia y evitaría un “mal acuerdo” de paz.

“Si se necesita que se tome mucho tiempo para lograr en La Habana unos acuerdos que no afecten la democracia colombiana, que no afecten la empresa privada, nosotros no nos oponemos a que esos diálogos los prolonguen indefinidamente con una condición, que le quiten a Colombia la pesadilla de la violencia”, subrayó en una entrevista telefónica con Efe.

Esa condición, agregó el hoy senador, es “que las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) acepten concentrar todas sus estructuras terroristas de Colombia en un sitio y que ese sitio lo supervise la comunidad internacional”.

“Si eso se da, que el diálogo lo extiendan tanto cuanto lo necesiten”, porque “es mejor no firmar un acuerdo que firmar un mal acuerdo”, puntualizó el líder del partido Centro Democrático.

Asimismo subrayó que “se necesita urgencia para acabar esta pesadilla de violencia y paciencia para no firmar pactos con las FARC que le hagan daño a la democracia colombiana”.

El Gobierno y las FARC negocian desde noviembre de 2012 un acuerdo para poner fin a medio siglo de conflicto armado.

El presidente Juan Manuel Santos confía en cerrar este año el acuerdo para que al final de su Gobierno, en 2018, reine la paz en el país, según adelantó en una entrevista con Efe en vísperas de su visita de Estado a España.

Uribe lamentó que Santos, quien fue su ministro de Defensa, no haya mantenido la “política de seguridad democrática” que fue la base de su Gobierno, porque, en su opinión, eso ha llevado al rearme de la guerrilla, el deterioro de la seguridad, la desmotivación de las Fuerzas Armadas y la disminución de la confianza inversora.

“Creo que el país va por un mal camino”, remarcó al ser preguntado sobre el que, a su juicio, es el riesgo del proceso de paz y después de que haya dicho en reiteradas ocasiones que Santos está entregando Colombia al “castro-chavismo”.

Según Uribe, “hay mucho peligro” de que eso ocurra, pero matizó sus críticas al expresar: “no creo que este país vaya a llegar a una situación económica como la de Venezuela o la de Cuba, porque este país tiene un urdimbre empresarial más fuerte, pero (la política del Gobierno) pone a la empresa privada a crecer en los mínimos”.

“Una de nuestras diferencias con el Gobierno Santos es que Santos cuando era ministro-candidato era la voz más crítica del continente contra el castro-chavismo y ahora, por laxitud con las FARC, se ha convertido en el mayor validador de las atrocidades de la dictadura chavista de Venezuela hoy en cabeza de Nicolás Maduro”, argumentó.

Y es en los términos de la negociación con las FARC donde están justamente las grandes diferencias con quien él mismo nombró en 2010 para sucederle en la presidencia.

“Nos preocupa mucho que se abra la posibilidad de que por la vía de considerar al secuestro, al narcotráfico, al reclutamiento de menores crímenes políticos, los grandes responsables no vayan a la cárcel pero sí vayan al Congreso”, expresó.

También que “el Gobierno no exija que las FARC entregue armas” porque, dijo, “hablan de mantenerlas sin usarlas”.

Esas preocupaciones se las expresó Uribe el pasado martes a Kofi Annan, el exsecretario general de la ONU, quien visitó Bogotá.

“A la comunidad internacional no se le puede engañar, Colombia no es el ‘apartheid’ de Sudáfrica ni es una dictadura de las que hubo en Centroamérica, en el Cono Sur. Colombia ha tenido una democracia respetable y aquí no ha habido insurgencia contra una dictadura sino narcoterrorismo contra una democracia”, aseveró.

En su reciente entrevista con Efe, Santos se mostró partidario de “tender puentes” con su ahora adversario político y expresó que estaría dispuesto a escuchar sus preocupaciones, pero Uribe sugiere que es mejor hacerlo a través de terceros.

Y para ello eligió a Annan, quien, puntualizó Uribe, podrá entregar a Santos “las preocupaciones que tenemos sobre el daño a Colombia por la manera como se conduce este proceso”.

(Fuente: EFE)