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Los Mossos d’Esquadra abatieron a cinco terroristas en Cambrils, Tarragona, en una operación relacionada al atentado perpetrado horas antes por el Estado Islámico (ISIS) en Barcelona, donde murieron 13 personas y más de 100 resultaron heridas. La región de Cataluña sufrió los nuevos dos golpes del yihadismo en España.
Los supuestos miembros de la célula habrían embestido con un auto a varias personas en el centro del puerto, sin ocasionar fallecidos. El mismo método usaron en el paseo barcelonés La Rambla.
Tras la violencia en Cambrils, los policías catalanes interceptaron a los extremistas y mataron a tiros a cuatro de ellos en el acto, mientras un quinto murió en un hospital.
Según fuentes policiales, los terroristas llevaban explosivos adheridos al cuerpo. Los Mossos investigan el vínculo entre el atentado de Barcelona y Cambrils. Acerca del segundo no se ha pronunciado aún el Estado Islámico.
En Barcelona, las fuerzas de seguridad detuvieron hasta el momento a dos personas. Uno sería un joven de origen magrebí con residencia legal en España que habría alquilado la furgoneta blanca con que fueron arrolladas las víctimas en Las Ramblas, uno de los lugares más concurridos de la ciudad y de gran afluencia turística.
El atropello ocurrió por la tarde, cuando el vehículo irrumpió a gran velocidad en zigzag y embistiendo a los transeúntes. “He visto salir volando a varias personas”, comentó un sobreviviente.
En su trayecto, la furgoneta subió al carril central de Las Ramblas e impactó contra varios autos, hasta terminar prácticamente en la entrada del Liceu, la sede de la ópera de Barcelona. El yihadista del Estado Islámico que conducía no ha sido capturado.
En trece años es la segunda vez que el extremismo golpea a España, luego del ataque con bombas en cuatro trenes de Madrid el 11 de marzo de 2004, con 192 fallecidos y 1.500 lesionados, la mayor masacre terrorista en Europa.
LA NOCHE ANTERIOR
Un testigo del enfrentamiento del supuesto terrorista a manos de contó lo que vio a La Vanguardia. Un oficial de la Policía de Barcelona ha descartado que el abatido sea un terrorista.
“De repente he oído gritos. Pensaba que era una pelea y he salido al balcón. Había mucha policía y estaban gritando al hombre del vehículo: ‘Levante las manos, levante las manos’. Escuché uno o dos tiros”, contó el vecino de Sant Just Desvern, donde ocurrió el tiroteo.
Las autoridades vinculan la explosión de una casa de Tarragona anoche, en la que murió una persona por, al parecer, manipular bombonas de butano, con el atentando del Estado Islámico.