(Foto: Union Europea)

(Foto: Union Europea)

Síguenos en Facebook



Los parlamentos de la Unión Europea y Ucrania aprobaron un polémico acuerdo, que es visto por muchos como el detonante del conflicto con Rusia. Pero Bruselas hizo concesiones y Moscú terminó por dar su aceptación.

El acuerdo de asociación entre Ucrania y la Unión Europea es un hito en el camino de la ex república soviética a afianzar sus lazos con occidente. La discusión sobre este tema generó las llamadas “protestas de Maidán”, que terminaron con la caída, en febrero de este año, del régimen prorruso de Viktor Yanukovich. Los violentos enfrentamientos ocurridos en esa plaza de Kiev fueron consecuencia de la negativa de Yanukovich a firmar el tratado, lo que terminó llevando al país a una cuasi guerra civil.

Por ello es que la ratificación del acuerdo, con la venia de Rusia, es un paso importante en la solución pacífica del conflicto con Moscú y para el saneamiento de la economía ucraniana.

Enorme simbolismo

Cuando el presidente ucraniano Petro Poroshenko firmó el acuerdo con la UE en junio, dijo que era “un gran día” para Ucrania, e incluso añadió que se trataba “probablemente del día más importante para mi país desde su independencia”. Para Rusia, que siempre luchó con vehemencia contra el acuerdo, esto significó nada menos que la pérdida de otro de sus antiguos estados satélites, que como Estonia, Letonia y Lituania tras la caída de la URSS en 1991, siguieron su camino hacia occidente.

Lo que hace de esta pérdida algo particularmente doloroso, es el hecho de que Ucrania y Rusia están estrechamente ligadas tanto en términos culturales como históricos. El llamado Rus de Kiev, un enorme imperio surgido en el siglo IX, es considerado el estado precursor de la actual Rusia. Por ello, el viceministro de Exteriores ruso, Grigori Karasin, dijo el día de la firma del acuerdo que éste “sin duda tendrá un grave impacto” en las relaciones bilaterales.

Productos europeos, vigilados por Moscú

En esencia, el acuerdo implica la facilitación del comercio desde Ucrania hacia la UE por medio de, por ejemplo, el pago de menores derechos de importación o la desaparición de estos. Un trato similar para las exportaciones de la UE, en cambio, recién entrará en vigencia a fines de 2015. Esto se hizo ante la insistencia de Rusia, que temía que productos europeos más baratos ingresaran a su territorio usando a Ucrania como “puerta trasera”. Putin advirtió este lunes que Rusia vigilaría celosamente que estas restricciones fueran respetadas.

El compromiso de que el acuerdo entrara en vigor solo en parte, fue alcanzado la semana pasada por el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht, el ministro ruso de Economía, Alexei Uljakajew, y el ministro ucraniano de Exteriores, Pavlo Klimkin. De Gucht calificó las negociaciones en una entrevista con el Wall Street Journal como “complicadas y en tiempos de guerra. En caso de que esto ayude a reducir las tensiones, eso sería muy bueno”.

Demostración de fuerza rusa

La mayoría de los analistas económicos coinciden en que Ucrania y Occidente no tenían otra salida más que hacer concesiones a Rusia. Debido a los estrechos lazos que existen entre las economías de ambos países, Rusia podría haber tomado represalias que habrían resultado catastróficas para la economía ucraniana, mientras que los efectos positivos del acuerdo con la UE recién serían visibles en algunos años.

Pese a todo, la ratificación del acuerdo es un acto de equilibrio para el país de Europa del Este. La UE parece ser bastante clara al respecto. El nuevo vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, dijo en Kiev que eventuales restricciones económicas rusas serían difíciles de soportar por Ucrania. La situación financiera del país es tan grave que otro “shock para la industria sería demasiado para este país”.

(Fuente: Deutsche Welle )