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Erick Reis salía de la fiesta de compromiso de unos amigos cuando vio algo bastante peculiar: una lluvia de arañas, o al menos así es como el diseñador de 20 años calificó el hecho.
Cientos de arácnidos habían tejido una red inmensa que colgaba de los cables de teléfono en plena vía pública en Santo Antonio da Platina, Paraná, en Brasil.
Globo conversó con Marta Fischer, bióloga de la Pontificia Universidad Católica de Paraná, quien explicó que lo sucedido es normal en varias zonas de Brasil, especialmente en Sao Paulo.
“Es una especie de arañas, Anelosimus Eximius, también conocidas como arañas sociales. Generalmente se encuentran en los árboles durante el día y en la tarde y noche construyen una especie de telas, cada uno hace la suya y luego se juntan. El objetivo es capturar insectos”, aclaró.
Fischer agregó que durante el día las arañas destruyen sus redes para evitar la cercanía con las aves, y que no producen ningún veneno letal para los seres humanos.*