(Foto: IRRI Images/Flickr)

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En los últimos años las entidades médicas de todo el mundo alarman de una rápida expansión de ‘superbacterias’ resistentes a los antibióticos más potentes. Si continúa esta tendencia surgirán preguntas sobre cómo cambiarían la medicina moderna.

Los informes sobre casos aislados de aparición de bacterias resistentes a los antibióticos más potentes como carbapenem no son raras: surgen de manera frecuente durante los últimos años. Pero como revela un estudio reciente, la frecuencia del descubrimiento de tales bacterias solo en EEUU se quintuplicó desde 2008, según el portal Wired.

El estudio, publicado en la revista médica Infection Control and Hospital Epidemiology (Control de las Infecciones y Epidemiología Hospitalaria) de la Universidad de Chicago, destaca dos factores importantes. Primero, la expansión de las superbacterias se realiza en los hospitales comunes en vez de los hospitales académicos, donde usualmente se registraron casos de resistencia a antibióticos. Segundo, el estudio trató solo 25 hospitales en 4 estados de EEUU, y los autores prevén que el problema sería más grave a nivel nacional e internacional.

El problema en la resistencia a los antibióticos es que la mayoría de las superbacterias son pasivas cuando el sistema inmunitario funciona normalmente. Pero cuando tratan a un paciente con antibióticos la inmunidad es suprimida y la enfermedad se manifiesta en un organismo debilitado. La falta de cura contra estas bacterias produce una alta tasa de casos letales: casi la mitad de todos los casos registrados.

La ‘familiarización’ de las bacterias resistentes a los antibióticos en los hospitales comunes significa la capacidad de estos organismos de expandirse y sobrevivir traslados fuera del organismo: a través de contactos táctiles, por el aire o por el agua. Esto podría llevar a una situación en la que los médicos no podrían tratar con antibióticos las enfermedades conocidas: aunque una enfermedad sea susceptible al tratamiento, el riesgo de la presencia de una superbacteria obligaría al médico a abstenerse del tratamiento clásico.

Todavía no está claro cómo solucionar este alarmante problema. El desarrollo de nuevos antibióticos será un éxito a corto plazo porque las bacterias se adaptarán. Las opciones que quedan son los métodos alternativos de tratamiento y la profiláctica de las enfermedades junto con una buena higiene privada y un estilo de vida más sano.

Fuente: RT en español