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FOTOS. El espacio exterior puede parecer vacío, pero actualmente es un lugar dinámico, habitado con materia casi invisible, y dominado por fuerzas, en particular aquellas creadas por los campos magnéticas, indica la agencia espacial de Estados Unidos (EEUU-USA), NASA, en un artículo difundido recientemente en su página web, acompañado de varios videos en la red social YouTube.

Las magnetósferas, los campos magnéticos alrededor de la mayoría de los planetas, existen en casi todo nuestro Sistema Solar. Estas desvían la alta energía, partículas cargadas denominadas rayos cósmicos que son escupidos por el Sol o vienen desde el espacio interestelar, explica la NASA.

Junto con las atmósferas, las magnetósferas protegen las superficies de los planetas de la radiación peligrosa.

No obstante, no todas las magnetósferas son creadas de igual manera: Venus y Marte en sí no tienen magnetósferas, mientras que otros planetas y la Luna sí tienen y son sorpresivamente diferentes, manifiesta la NASA.

La flota de misiones de la NASA para estudiar los planetas en nuestro Sistema Solar ha retransmitido información crucial sobre las magnetósferas. Las naves gemelas Voyager midieron los campos magnéticos mientras viajaban más allá del Sistema Solar, y descubrieron las magnetósferas de Urano y Neptuno. Otras misiones planetarias de la NASA como Galileo, Cassini y Juno, y un número de naves espaciales que orbitan la Tierra, proveen información a fin de crear un entendimiento comprensivo de cómo los planetas forman magnetósferas, así como cómo continúan interactuando con el ambiente espacial dinámico a sus alrededores.

La Tierra

La magnetósfera de la Tierra es creada por el metal fundido constantemente moviéndose dentro del planeta. Este “campo de fuerza” invisible alrededor de nuestro planeta tiene una forma general que se asemeja a un cono de helado, con un frente redondeado y una larga cola que se aleja del Sol. La magnetosfera tiene esa forma debido al flujo casi constante de viento solar y campo magnético desde el lado que mira hacia el Sol, explica la NASA.

La magnetósfera de la Tierra y de otros mundos desvían las partículas cargadas del planeta, pero también atrapan partículas energéticas en los cinturones de radiación. Las auroras son causadas por partículas que llueven hacia la atmósfera, generalmente no lejos de los polos magnéticos.

Es posible que la magnetósfera de la Tierra fuera esencial para el desarrollo de condiciones amigables para la vida, por lo que aprender sobre esta alrededor de otros planetas y lunas, es un gran paso para determinar cómo la vida podría haber evolucionado allí. Mira la representación en este video de YouTube.

Mercurio.

Mercurio, con un núcleo sustancial rico en hierro, tiene un campo magnético que es solo aproximadamente 1 por ciento más fuerte que el de la Tierra. Se cree que la magnetosfera del planeta está comprimida por el intenso Viento Solar, lo que limita su extensión, explica la NASA.

El satélite MESSENGER orbitó a Mercurio de 2011 a 2015, ayudando a los científicos de la NASA a entender a nuestro pequeño vecino terrestre.

Júpiter.

Después del Sol, Júpiter tiene el campo magnético más fuerte y más grande de nuestro Sistema Solar: se extiende a unos 12 millones de millas de este a oeste, casi 15 veces el ancho del Sol.

La NASA sostiene que la magnetósfera de la Tierra podría caber fácilmente dentro del Sol, excepto por su cola extendida. Júpiter no tiene un núcleo de metal fundido; en cambio, su campo magnético es creado por un núcleo de hidrógeno metálico líquido comprimido.

Una de las lunas de Júpiter, Io, tiene una poderosa actividad volcánica que arroja partículas a la magnetosfera del gigante gaseoso. Estas partículas crean cinturones de radiación intensa y auroras alrededor de Júpiter.

Ganímedes, la luna más grande de Júpiter, también tiene su propio campo magnético y magnetósfera, lo que la convierte en la única luna con una. Su campo débil, ubicado en el enorme caparazón de Júpiter, apenas agita el campo magnético del planeta. Mira la representación en este video de YouTube.

Saturno

El enorme sistema de anillos de Saturno transforma la forma de su magnetósfera. Esto se debe a que las moléculas de oxígeno y agua que se evaporan de los anillos canalizan partículas al espacio alrededor del planeta.

Algunas de las lunas de Saturno ayudan a atrapar estas partículas, sacándolas de la magnetósfera del planeta, aunque las que tienen géiseres volcánicos activos – como Encélado – escupen más material del que absorben.

La misión Cassini de la NASA siguió la estela de los Voyager y estudió el campo magnético de Saturno desde su entrada en órbita alrededor del planeta en 2004 hasta su fin en 2017. Mira la representación en este video de YouTube.

Urano.

La magnetosfera de Urano no se descubrió hasta 1986, cuando los datos del sobrevuelo del Voyager 2 revelaron emisiones de radio débiles y variables y se confirmaron cuando el Voyager 2 midió directamente el campo magnético.

El campo magnético y el eje de rotación de Urano están desalineados 59 grados, a diferencia de los de la Tierra, cuyo campo magnético y eje de rotación están casi alineados. Además de eso, el campo magnético no va directamente a través del centro del planeta, por lo que la fuerza del campo magnético varía dramáticamente en la superficie.

Esta desalineación también significa que la magnetotail de Urano, la parte de la magnetosfera que se encuentra detrás del planeta, lejos del Sol, está retorcida en un largo sacacorchos. Mira la representación en este video de YouTube.

Neptuno

Neptuno también fue visitado por el Voyager 2 en 1989. La nave de la NASA halló que su magnetósfera está desplazada de su eje de rotación, pero solo por 47 grados. Al igual que en Urano, la intensidad del campo magnético de Neptuno varía en todo el planeta. Esto significa que las auroras pueden aparecer en todo el planeta, no solo cerca de los polos, como en la Tierra, Júpiter y Saturno. Mira la representación en este video de YouTube.

Más allá del Sistema Solar

Fuera de nuestro Sistema Solar, las auroras, que indican la presencia de una magnetósfera, se han visto en enanas marrones, objetos que son más grandes que los planetas pero más pequeños que las estrellas.

También hay evidencia que sugiere que algunos exoplanetas gigantes tienen magnetósferas, pero todavía la NASA está a la espera de hallar pruebas concluyentes.

A medida que los científicos aprenden más acerca de las magnetosferas de los planetas de nuestro Sistema Solar, también puede ayudarnos a identificar magnetósferas en planetas más distantes.

DATOS CLAVES SOBRE LA NASA

La NASA es la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (USA).

Fue fundada por el presidente Dwight D. Einsenhower en 1958 con una orientación civil.

Entre los éxitos más importantes de la nasa se encuentran las misiones Apolo que llegaron a la Luna. Actualmente apoya la Estación Espacial Internacional, mientras explora otros planetas, estrellas, siendo su objetivo más inmediato Marte, el planeta rojo.

Esta nota sobre la NASA fue actualizada el 13.11.2017 a las 09:29 am