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A partir de ahora las teorías sobre el nacimiento de grandes estrellas podrían cambiar, luego de que se descubriera que el polvo y gas que rodea a un astro joven puede sobrevivir al bombardeo de su propia radiación.
Una “estrella se forma después del colapso de una nube de gas. Esta atrae mucho polvo debido a la gravedad, creando, poco a poco, un disco de acreción giratorio en el que puede crear planetas. En cambio, las grandes estrellas emiten radiación ultravioleta durante su nacimiento, lo que se creía hasta hoy que destruía el disco e impedía la formación del astro.
El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), un conjunto de radiotelescopios, observó a una joven estrella en la constelación de Escorpio que tiene una masa 15 veces mayor a la del Sol y mostró que la radiación existente puede coexistir con el gas y el polvo. Es el primer hallazgo confirmado de este tipo.
“Gran parte de la comunidad de astrofísicos que estudia la formación de estrellas piensa que estos discos y jets no podían sobrevivir cuando la estrella empezaba a emitir su radiación ultravioleta, tenían que disiparse rápidamente, pero aquí encontramos que no sólo existen y permanecen, sino que la estrella sigue ganando masa”, dijo el astrónomo de la Universidad de Chile Andrés Guzmán Fernández.
Las expectativas de nuevos descubrimientos de ALMA son altas. Previamente este mes, algunos astrónomos utilizaron el radio telescopio y publicaron las imágenes más detalladas vistas hasta el momento de la génesis de una joven estrella.