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Investigadores y expertos en sida, científicos y académicos se hallaban en el avión de Malaysian Airlines que cayó en Ucrania. Estaban en camino hacia la 20 Conferencia Internacional sobre el Sida que se realiza en Melbourne, Australia.

La noticia del siniestro causó consternación, así como el hecho de que investigadores del sida de alto rango se hallaban entre los pasajeros. Pero la conferencia se lleva a cabo a pesar de todo. El lema de este encuentro es “Pasos hacia un mundo sin sida”.

Atención médica de calidad

Una de las premisas fundamentales de la Conferencia Internacional sobre el Sida es la lucha contra la discriminación y estigmatización de los enfermos.

Se espera la llegada de cerca de 12.000 participantes que debatirán e intercambiarán informarán sobre el desarrollo de las investigaciones en torno al virus HIV y sus consecuencias. Hasta el momento no se ha logrado hallar una cura a la enfermedad, y la profilaxis se vuelve cada vez más importante.

Uno de los diversos temas a tocar en la conferencia es el de los tratamientos que impiden que el virus se disperse por el organismo, como, por ejemplo, la llamada “profilaxis de preexposición”, explica el profesor Norbert Brockmeyer, que puede prevenir una gran parte de las infecciones.

“La forma en que las personas se protegen del virus del sida se torna cada vez más importante. Entre esas medidas está la protección de los niños, es decir, cómo se los puede cuidar para que no contraigan la infección. Es una cuestión médica, pero también social, que debe ser discutida y para la cual los científicos tienen que encontrar respuestas”, dijo Brockmeyer en entrevista con Deutsche Welle.

Éxitos y fracasos

Pocos días antes del comienzo de la conferencia, la ONU publicó nuevas cifras. En 2013, alrededor de 2,1 millones de personas se contagiaron con el virus del sida. El número de personas fallecidas por la enfermedad se redujo en 200.000 casos, bajando a 1,5 millones en todo el planeta. Un desarrollo positivo, según Brockmeyer.

Relevante es, asimismo, el rol que tienen la clase política y los gobiernos en el combate de ese mal, un tema que es tratado también en el encuentro en Melbourne. Entre otros aspectos, se destacan los lineamientos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) acerca del trato que se da a los grupos de riesgo.

Temas centrales son la discriminación y estigmatización de homosexuales, transsexuales, prostitutas y adictos a las drogas. En algunos países incluso hay leyes que los discriminan, algo que facilita la propagación del virus, opina Brockmeyer.

La declaración de Melbourne

“Basta de discriminación y estigmatización”: esa es la demanda principal. Los autores del documento exigen a los gobiernos que creen un marco legal vinculante para el trato igualitario de grupos de riesgo expuestos al sida, para que todos tengan derecho a medidas profilácticas, a terapias y a recibir información sobre el tema.

“Cuantas más personas estén informadas sobre el sida y cuanto más eficaces sean las campañas de difusión, mejor se podrán protegerán las personas en riesgo de contraer la enfermedad. Y cuanto más a menudo se prescriban medicamentos antirretrovirales, menos personas se contagiarán”, explica el experto.

Diversas organizaciones en el mundo se unieron a la Declaración de Melbourne, entre ellos, el Fondo Global de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, las organizaciones francesas Sidaction y Aides, así como la red AIDS Action Europe.

Lamentablemente, la vacuna y una cura eficaz para el sida aún se hacen esperar. Pero el profesor Brockmeyer está seguro de que “vamos por buen camino” y añade que está seguro de que el accidente aéreo en el que fallecieron tantos colegas hará que los expertos se comprometan aún más con el desafío de encontrar soluciones en la lucha contra el sida.

(Fuente: Deutsche Welle )