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Científicos estadounidenses lograron eclosionar los huevos de unos pequeños animales acuáticos que permanecieron en estado latente durante unos 700 años en el fondo de un lago.
Las pulgas de agua ‘resucitadas’ por los científicos, conocidas científicamente como Daphnia pulicaria, podrían ser los huevos de los animales más antiguos en ser traídos a la vida después de un periodo tan largo de latencia, informaron los investigadores en un estudio publicado en la revista Ecology Letters)1461-0248.
Según los científicos, los animales eclosionados sirven como una cápsula del tiempo, que puede ser utilizada para estudiar cómo estas especies se han adaptado a los cambios de su entorno con el tiempo, en particular los causados por la perturbación humana.
“La composición química de los lagos ha sido cuidadosamente documentada durante décadas, por lo que es posible ver cómo los cambios en los niveles de contaminación afectan a las pulgas de agua”, señala el científico Carl Zimmer.
En concreto, los investigadores analizaron los cambios en la cantidad de fósforo en el lago South Center Lake, en el estado de Minnesota, EE. UU., en los últimos 1.600 años.
Para calcular estos cambios en 2009 los investigadores extrajeron del lago un cúmulo de sedimentos. La edad de las sustancias más antiguas presentes en los sedimentos alcanzó los 1.600 años. Los huevos más antiguos, que aún fueron capaces de revivir, también hallados en el cúmulo, y tenían una edad máxima de 700 años.
De acuerdo con los resultados de los análisis, la concentración de fósforo se mantuvo estable, en niveles bajos durante los primeros 1.500 años, pero comenzó a aumentar a mediados de los años 1800, como resultado de la “intensificación de las actividades agrícolas”.
“Ese cambio ambiental coincidió con un cambio drástico en los genes de las pulgas de agua”, explica Zimmer. “Cuando el fósforo inundó el lago, una cepa previamente poco frecuente surgió y asumió el control del ADN de la especie”, añadió.
Los investigadores encontraron que los especímenes adultos de Daphnia, los que existían antes de la colonización europea, no fueron capaces de regular su ingesta de fósforo del mismo modo que una especie de Daphnia de unas décadas de antigüedad. Este hecho demuestra que la pulga de agua cambió su forma de utilizar el fósforo, adaptándose a las condiciones cambiantes de su hábitat, lo que representa la evolución en acción.
“La nueva investigación se suma a un creciente número de estudios que indican que los humanos estamos influyendo en el proceso de la evolución de las especies silvestres”, concluye Zimmer. Lo que, por su parte, debe servir de alarma para los ecólogos.
Fuente: RT en español