La ciencia ha conseguido un importante hito para la salud. (Foto: Getty Images)

La ciencia ha conseguido un importante hito para la salud. (Foto: Getty Images)

Síguenos en Facebook



La reversión en ratones de los efectos de la progeria, una enfermedad que provoca envejecimiento prematuro, ha sido lograda por la ciencia.

Un equipo internacional de científicos, dirigido por el investigador español Juan Carlos Izpisúa, profesor del Laboratorio de Expresión Génica del Instituto Salk y catedrático extraordinario de Biología del Desarrollo de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), explicó cómo obtuvieron el asombroso resultado.

En los animales que padecen el mal, se prolongó su vida un 30%, precisaron en un artículo de la revista Cell. Los sanos mejoraron problemas asociados a la edad, como los cardiovasculares, y se observó avances en la cicatrización de algunas heridas.

El mismo sistema se usó para reducir las consecuencias de la edad en los órganos de ratones saludables. No actuaron sobre las mutaciones, pero reprogramaron una marcas químicas acumuladas sobre el genoma y determinaron cómo se adapta nuestro organismo al entorno. Estos cambios fueron posibles gracias a un método empleado para convertir cualquier célula adulta en célula madre pluripotente, como las de los embriones.

El método se centra en comenzar la transformación de las células sin llegar hasta el final.

“Si completamos la reprogramación de las células, manteniendo activados esos cuatro genes (los factores de Yamanaka) todos los días, se producen tumores, pero si lo hacemos solo durante dos días a la semana, logramos efectos positivos”, refirió Izpisúa, citado por El País.

Así, la célula rejuvenece, pero mantiene su identidad, lo que no sucede si se extiende el proceso hasta el estado de pluripotencia.

¿EL SALTO A LOS HUMANOS?

Para conseguir dar el salto de ratones a humanos, los responsables de este avance saben que no pueden manipular la expresión de unos genes. En su lugar, quieren hacerlo a través de moléculas, como las que están en la base de los medicamentos que tomamos, que reproduzcan en células humanas el comportamiento de los cuatro genes de Yamanaka.

“Encontrar un compuesto químico que produzca ese efecto es fundamental, porque si sabes la dosis y sabes cuándo se debe tomar y lo has probado en animales, será mucho más práctico que activar un gen”, concluye el experto.

MIRA TAMBIÉN SOBRE CIENCIA

Chimpancés y bonobos se cruzaron de forma similar a humanos y neandentales

Hace entre 1,5 y 2 millones de años, la evolución dividió el género de los chimpancés en dos especies, los chimpancés y los bonobos. Hasta ahora se creía que no se habían cruzado, pero un nuevo estudio constata que lo hicieron en dos episodios: uno hace medio millón de años y otro hace 200.000 años.

Esta nota sobre ciencia fue actualizada el 16.12.2016 a las 09:50 am