Síguenos en Facebook
La piel de las antiguas tortugas laúd y los depredadores marinos de gran tamaño era de color negro, determinaron científicos tras un análisis de epidermis preservadas de estas criaturas.
En la revista Nature, los expertos señalaron que este color les servía de camuflaje. “Sugerimos que la usaban no sólo como camuflaje y protección UV, pero también que hayan sido capaces de regular su temperatura corporal”, dijo el experto de la Universidad de Lund de Suecia Johan Lindgren.
Los paleontólogos han encontrado que el microraptor, un pequeño dinosaurio con alas que habitó hace 130 millones de años, tenía plumaje negro. Sin embargo, en los animales marinos las investigaciones eran imprecisas.
En algunos fósiles de criaturas de mar extintas se han encontrado halos negros alrededor de los huesos, lo que sugiere restos de piel. Lindgren y sus colegas practicaron un análisis de la piel fosilizada de una tortuga laúd de 55 millones de años y de un ictiosaurio de 190 millones de años.
Los estudios sugieren que estos halos eran los melanosomas, pequeños paquetes de pigmentos que dan a la piel, plumas y pelo su color. Los melanosomas contienen melanina, un pigmento marrón oscuro o negro.