10 mitos sobre el espacio exterior

Las películas tienden a no ser muy exactas científicamente, y gracias a ellas buena parte de las personas se forman una opinión errada. Sin embargo, la vida diaria de los astronautas y los científicos que hacen posible estos estudios es muy diferente de la que conocemos, y sus descubrimientos alejados de nuestras ideas, según el portal Ojo Científico.

10. Puedes explotar en el espacio
Debido a que no hay presión en el espacio, se ha extendido la idea de que explotaríamos si no tenemos la protección correcta. Pero esto no es cierto, porque nuestro cuerpo es muy resistente. Es probable que nos hinchemos un poco, pero nuestros órganos seguirían intactos. En 1966 un hombre tuvo que sobrevivir en esas condiciones, y cuando finalmente lo rescataron se había desmayado, pero su cuerpo seguía en buen estado.

9. Te congelarías en el espacio exterior
En el cine se muestra cómo al quitarle el traje en el espacio exterior, el cuerpo se congela lentamente. Sin embargo, la realidad es que el cuerpo se calentaría demasiado. El cuerpo continúa trabajando y generando calor, haciendo imposible el congelamiento total.

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8. El Sol está en llamas
Cuando pensamos en el Sol, tenemos la idea de que es una enorme bola prendida de fuego. Sin embargo, este astro tiene otras características que permiten la vida en la Tierra. El Sol es una bola de gas que emite luz y energía a través de la fusión nuclear. No hay fuego alrededor de esta estrella, como el que veríamos en una fogata.

7. La sangre te herviría
Este mito tiene que ver con la idea de que el punto de hervor de cualquier líquido está relacionado con la presión, la cual en el espacio es muy baja. Pero esto no pasa con la sangre, aunque sí con otros fluidos corporales, como el de los ojos o la boca. La sangre está dentro de un sistema cerrado el cual le permite mantenerse a una temperatura normal.

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6. Los agujeros negros tienen forma de embudo
La imagen más conocida de un agujero negro es con forma de embudo, sin embargo la realidad es que tiene forma de esfera, como un planeta con demasiada gravedad. Si cualquier objeto se acerca demasiado, será atraído hacia allí.

5. Naves entrando en la atmósfera se calientan por fricción
La idea difundida es que cuando la nave entra en la atmósfera se calienta debido a la fricción generada, pero en realidad el calor es generado por la compresión. El aire se comprime alrededor de la nave y es lo que vemos cuando entra en la atmósfera.

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4. Las colas de los cometas
Es imposible que alguien imagine a un cometa sin una cola de hielo o fuego. Sin embargo, no se parecen en nada a la de los meteoritos, por ejemplo, debido a que no son causadas por la fricción, sino por el calor y el viento solar. Cuando el Sol calienta el hielo se derrite, y las partículas de polvo empiezan a moverse en la dirección contraria. La cola está siempre en dirección contraria al Sol, lo que significa que no siempre viaja detrás del cometa.

3. Mercurio siempre está muy caliente
Mercurio es el planeta más pequeño del Sistema Solar, y además el más cercano al Sol. Es por esto que suele creerse que es el planeta más caliente, sin embargo, no es así. Esto se debe a su falta de atmósfera, la cual subiría considerablemente la temperatura. Las temperaturas máximas en Venus llegan a superar las máximas de Mercurio. Su órbita y rotación también afectan la temperatura, porque tarda 58 días en completar la rotación, resultando en una larga noche donde llegan a haber -173 grados centígrados.

2. Las exploraciones especiales solo se realizan en Marte
Generalmente nos acordamos solamente de aquellas exploraciones en el planeta Marte, sin embargo hay otras sondas espaciales que nunca fueron conocidas. Entre 1970 y 1984 se enviaron 8 sondas al planeta Venus, pero la atmósfera hostil y el clima hacen que no duren demasiado y sean destruidas. El tiempo más largo que pudieron estar fue dos horas. En 1989, se envió también una sonda a Júpiter, y los descubrimientos realizados ayudaron a cambiar la concepción sobre este planeta y su composición.

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1. Gravedad cero
La idea de que se experimenta la gravedad cero en el espacio está muy difundida, pero no es así, y es casi imposible que algún humano la experimente. El que los astronautas floten sin poder mantener los pies en lo sólido no implica falta de gravedad, sino al contrario, es por ella. Lo que pasa en realidad es que caen por la presencia de la gravedad creada por un objeto grande. Como la caída es a la misma velocidad del objeto se crea la ilusión de que no existe gravedad en el espacio.

(Fuente: RT en español)