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Más de 30.000 personas han dejado sus hogares en Filipinas ante la erupción del volcán Mayón, uno de los más activos en ese país, que desde el lunes ha registrado un considerable aumento en su actividad.
ENLACE Filipinas: Volcán Mayón entra en erupción y lava desciende
El gobernador de la provincia de Albay, Joey Salceda, informó que son 32.000 personas, que viven dentro del perímetro de seguridad de 8 kilómetros alrededor del cráter del Mayón, las que se han visto obligadas a abandonar sus viviendas.
Salceda estimó – según la agencia EFE – que se necesitará unos 3.99 millones de dólares para los tres meses que se espera que los evacuados tengan que permanecer en los centros preparados para ese fin.
Asimismo, de acuerdo al Consejo de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres de Filipinas, en las últimas 24 horas se registraron casi 150 terremotos volcánicos, así como desprendimiento de rocas incandescentes y la expulsión de más de 700 toneladas de dióxido de azufre.
Además, en la víspera una cascada de lava que se deslizó por el volcán provocó la alarma de la población aledaña al macizo, mientras las Fuerzas Armadas recorrían puerta por puerta las localidades para obligar a la gente a evacuar la zona.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Philvolcs) espera que en las próximas semanas se produzca una violenta explosión que formaría una columna de gases y materiales volcánicos de 5 a 10 kilómetros de altura.
A ello se suma que la Agencia Meteorológica de Filipinas (Pagasa) ha advertido que debido a una tormenta tropical que se producirá en los próximos días en la zona del Mayón, podría haber deslizamientos de tierra en las laderas del volcán por su inestabilidad.
La ciudad de Cagsawa recibió el apelativo de ‘la Pompeya filipina’ cuando en 1814 el volcán Mayón entró en erupción y causó la muerte de 1.200 personas enterrando la localidad.
El año pasado, el volcán causó la muerte de cinco personas cuando arrojó una nube de ceniza y rocas.