El presidente ruso llegó para celebrar allí una reunión de su Consejo de Seguridad. (Foto: Getty Images)

El presidente ruso llegó para celebrar allí una reunión de su Consejo de Seguridad. (Foto: Getty Images)

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El presidente ruso, Vladimir Putin , visitó hoy la anexionada península de Crimea en medio de la nueva escalada de la tensión con Ucrania , pero descartó una ruptura de relaciones diplomáticas con el país vecino.

“No tenemos intención de romper las relaciones”, dijo Putin durante la reunión del Consejo de Seguridad de Rusia en el puerto de Sebastópol, base de la Flota rusa del mar Negro.

Vladimir Putin abordó con la plana mayor política y militar las medidas de seguridad en la península tras acusar hace una semana a Ucrania de preparar una campaña de atentados terroristas en el territorio anexionado por el Kremlin en marzo de 2014.

Y es que, mientras Rusia ha reforzado el dispositivo de seguridad en Crimea, Ucrania ha incrementado su presencia militar en la zona y ha puesto en “máxima alerta de combate” a sus tropas, tanto en la frontera con la península como en el este del país.

“Nos hemos reunido (…) después de abortar el intento de penetrar en nuestro territorio por parte de unidades de sabotaje del Ejército ucraniano”, señaló Putin.

Acusó a Kiev de intentar provocar una escalada de la tensión en Crimea y el este de Ucrania, donde en las últimas semanas varios soldados ucranianos han muerto en combates con las milicias prorrusas pese al alto el fuego en vigor desde febrero de 2015.

“Está claro por qué lo han hecho. Por algún motivo, no quieren o no pueden cumplir con los Acuerdos de Minsk. Y no pueden explicar a su propio pueblo sus notables fracasos en política social y económica”, manifestó.

Con todo, a diferencia de hace una semana, cuando advirtió a Kiev de que no permitiría provocaciones terroristas y descartó cualquier clase de negociación con el presidente ucraniano, Petró Poroshenko , hoy se mostró mucho más conciliador.

“Pese a la negativa de las autoridades de Kiev de mantener relaciones diplomáticas plenas a nivel de embajadores, crearemos las condiciones para el desarrollo de los contactos bilaterales”, apuntó.

Se refería a que Ucrania se ha negado a aceptar las cartas credenciales del nuevo embajador ruso, aunque Poroshenko también ha descartado una ruptura de lazos con Moscú con el argumento de que unos tres millones de ucranianos trabajan en territorio ruso.

En la víspera de la visita del líder ruso, Poroshenko alertó sobre una posible “invasión rusa en toda regla”.

“La probabilidad de una escalada del conflicto sigue siendo notable. No descartamos una invasión rusa en toda regla. Nuestras Fuerzas Armadas están listas para hacer frente al enemigo en el este y en la frontera administrativa con Crimea”, aseguró.

Advirtió de que en caso de que se cumplan los peores pronósticos, Kiev declarará el “estado de guerra y la movilización” de la población.

Poroshenko tachó de “irresponsables” las declaraciones de Vladimir Putin de que ya no tiene sentido celebrar reuniones para el arreglo del conflicto armado en el este ucraniano en el llamado formato de Normandía, en el que dialogan directamente los líderes de los dos países con mediación de Alemania y Francia.

“El enemigo no cesa en sus intentos de torpedear el proceso de Minsk (acuerdos de paz firmados en febrero de 2015) al hacer declaraciones absolutamente irresponsables sobre su salida del formato de Normandía”, resaltó.

Recordó que se han recrudecido en las últimas semanas los ataques de los separatistas prorrusos contra las posiciones gubernamentales en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk.

Poroshenko insiste en que cuenta con el “firme apoyo” de EEUU, Alemania, Francia y la Unión Europea en su conjunto “en la lucha por la independencia, soberanía e integridad territorial”.

Aunque el líder ucraniano ya no tiene carta blanca, debido a la lentitud de las reformas estructurales, las cancillerías occidentales no dudaron en ponerse de su parte en el último conflicto con Rusia.

Todos a una, la OTAN y EEUU aseguraron que el Kremlin no había aportado ni una sola prueba sobre la presunta incursión ucraniana en Crimea, cuya anexión se niegan a reconocer.

En respuesta a Poroshenko, los separatistas insistieron hoy en que no están interesados en el reinicio de las hostilidades y que abogan por la reanudación de las negociaciones de paz.

“Es muy importante recibir la ayuda de la comunidad internacional para poner a Ucrania en el lugar que le corresponde. Sí, hay alternativa al proceso de Minsk: la guerra. Pero no una guerra civil aquí, sino una guerra que se propagará a Europa”, declaró Vladislav Deinego, jefe de la diplomacia de la autoproclamada república popular de Lugansk.

Por ello, “esa variante es inadmisible”, subrayó el separatista, que acusó a Kiev de desplegar armamento pesado en la línea de separación de fuerzas que había sido desmilitarizada en marzo de 2015.

(Fuente: EFE)