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Desde que murió su esposo, Katie Apalategui no dejó de oler la almohada para mantener viva su memoria, gracias al aroma que quedó impregnada en ella. Además, se convirtió en una gran idea para iniciar un negocio: crear un perfume con el olor que tenían los difuntos.
Según publica Mirror, la mujer se ha propuesto crear fragancias para venderlas a los familiares de las víctimas y capturar la esencia de sus seres queridos.
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Para elaborar las macabras fragancias, Katie Apalategui extrae el olor de la ropa de una persona fallecida y desde su punto de vista, ofrecerá “confort olfativo” a cualquier persona que extrañe a otra.
Ella está trabajando con la Universidad de Le Havre, en el norte de Francia en una técnica para reproducir el olor humano.
“Hay un vínculo poderoso entre el olfato y la memoria, que es a la par de fotos, videos y otros recuerdos y puede ofrecer una gran comodidad para el duelo”, contó.
Por su parte, el químico Geraldine Savary agregó que “tomamos la ropa de la persona y extraemos el olor, que representa alrededor de un centenar de moléculas, y se reconstruye en la forma de un perfume en cuatro días. La ciencia podría utilizarse igualmente para crear perfumes como regalos entre los amantes en el Día de San Valentín o para los niños separados de sus padres”.
Katie Apalategui, de 52 años, lanzará su peculiar producto a fines de este año y estará a la venta en Francia.