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Donetsk se ha convertido en una ciudad ocupada. De repente, en cosa de horas, la localidad ubicada en la zona industrial del este ucraniano se llenó de hombres armados y ataviados con uniformes donde se distingue el emblema de los separatistas de la “República Popular de Donetsk”.
La mayoría son hombres jóvenes que deambulan por la ciudad con sus armas, recargan sus celulares en los terminales de servicio o compran máquinas de afeitar y calcetines en las tiendas.
Los habitantes de Donetsk se mantienen en calma, aunque muchos de ellos dejaron sus casas cuando se supo que los combatientes se estaban replegando a Donetsk ante la arremetida del Ejército. Por ahora la situación está tranquila, dicen las autoridades, que de todas formas recomiendan a los ciudadanos evitar problemas con los separatistas y no visitar aquellos lugares donde se están reuniendo las fuerzas insurgentes.
“Hordas de combatientes”
Uno de esos lugares es la oficina regional del servicio de seguridad ucraniano. El edificio ha sido convertido en una fortaleza por los separatistas.
“Llevan un tiempo acá. Digamos que éste es su cuartel general. Pero ahora hay verdaderas hordas de combatientes”, dice a DW Ljudmila, quien vive en las cercanías del lugar. Le llama la atención que hay muchos autos que nunca había visto por ahí. Ella presume que los separatistas, en su huida de Sloviansk, simplemente tomaron los coches de la gente para huir hasta Donetsk.
Ljudmila trabaja como profesora en una escuela ubicada al lado del edificio tomado. Su temor es que cuando comiencen los combates, la escuela quede en medio del fuego cruzado.
“Si la bombardean, ¿dónde voy a trabajar?”, se pregunta. La profesional está decepcionada del gobierno regional, que sencillamente cambió sus oficinas a la ciudad de Mariupol.
“Ellos han permitido todo esto. Incluso despejaron el edificio para que lo ocuparan los combatientes. Y fueron los primeros en arrancar”, afirma.
Miedo a la destrucción
Pero, ¿será bombardeada Donetsk? Eso se preguntan muchos en la ciudad. En las noches es posible oír explosiones y ya hay combates con artillería pesada en el aeropuerto y en la localidad de Karliwka.
“El Ejército ucraniano dispara, la tierra tiembla y los campos se queman”, cuenta a DW el agricultor Andrej. Su granja en Karliwka ya ha sido alcanzada por las balas.
Andrej dice que la situación actual del país es responsabilidad del expresidente Viktor Yanukovic, que huyó a Rusia, y también de los oligarcas, quienes habrían incitado al odio dentro del país. Y ahora que los separatistas se atrincheraron en Donetsk, es difícil que haya paz, cree el agricultor.
“Van a pelear en el centro de la ciudad. Será una lucha sangrienta y destructiva”, teme.
Esperanzas de paz
El temor a una lucha feroz está en todas partes, también en las conversaciones de la gente. Que la tensión aumenta es evidente en la calle, donde hay muchos locales comerciales protegidos con barricadas, así como tiendas y oficinas cerradas. Muchas personas trabajan desde casa para no tener que ir a la ciudad.
El gobernador de la región, Sergei Taruta, quien trasladó sus oficinas a Mariupol, confía en que no habrá combates en Donetsk. Tiene fe en que se lleven a cabo negociaciones, para lograr que los combatientes se retiren de forma pacífica. Por ahora, además, el comandante de la Guardia Nacional de Ucrania, Stepan Poltorak, ha asegurado en la prensa que las fuerzas de Kiev no pretenden bombardear Donetsk.
(Fuente: Deutsche Welle )