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La crisis de Ucrania es sin duda el gran tema en la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea celebrada este jueves. Con una actitud manifiesta, la UE usa esta ocasión para firmar un acuerdo de asociación con Ucrania. Por lo menos la parte política. El apartado económico vendrá más tarde. Sería el acuerdo que tendría que haberse firmado el pasado noviembre, cuando el entonces presidente ucraniano Viktor Yanukovich lo rechazó girando su posición hacia Rusia. La negativa desató las manifestaciones en Kiev que terminaron con la caída del régimen.

La Unión Europea ofrece una señal clara en el contexto de la complicada situación actual, cree le politólogo de Múnich Werner Weidenfeld: “*Se puede ver que la UE apremia*”, continúa. ¿Se unirá Ucrania a la Europa occidental en un tiempo récord? En la UE muchos creen que, tras la crisis de Crimea, el camino está claro y sólo haría falta un primer paso para firmar el acuerdo de asociación para una futura cooperación.

Stefan Füle, comisario europeo de Ampliación, fue uno de los más claros apelando explícitamente a Ucrania a convertirse en miembro de pleno derecho de la UE: “Si queremos cambiar esa parte de Europa del este, hay que usar el elemento más poderoso que tiene la UE: la incorporación de nuevos miembros”, dijo Füle al diario “Die Welt”. La UE tiene una “fuerza de cambio y seguridad sin comparación”.

¿Ampliación al este?

Es necesario ofrecer a Ucrania toda la protección y confianza posible, pero las perspectivas de entrada a la UE no son la mejor ayuda. Por el contrario, “se despiertan expectativas que luego no se cumplen”. No se puede incorporar a un nuevo país que no cumple los requisitos como en el caso de Ucrania. “Estoy de acuerdo con cualquier decisión que sirva para controlar el comportamiento de Putin. Pero el aviso de que aceptaríamos a Ucrania en Europa no impresionará al presidente ruso”, concluye Reul.

Una señal de occidente

Visto por el politólogo Werner Weidenfeld, se daría una señal muy clara a Rusia si la UE iniciase las negociaciones con Ucrania: “Ahora se trata de un lenguaje símbolos: ¿cómo se van a ocupar la UE y EE.UU. de Ucrania?”.

Tampoco puede ir más allá de lo simbólico: “las negociaciones de entrada duran varios años. Incluso en el particular caso de Ucrania, la UE no puede chasquear los dedos para convertir al país de repente en miembro”, continúa Weidenfeld. Entretanto, el comisario de Ampliación también repensó su posición. “La adhesión de Ucrania no está ahora sobre la mesa”, aclaró Stefan Füle a DW

Rusia: ¿también contra Moldavia y Georgia?

La dudosa posición de la UE en torno a una posible adhesión de Ucrania también se puede interpretar como una negativa a otros países del este, amenazados actualmente por la retórica de Putin de la “Gran Rusia”. Sobre todo Georgia y Moldavia, que esperan mayor protección por parte de la UE, temen que el conflicto sobre Ucrania se extienda a sus países, inmersos desde hace tiempo en problemas territoriales y étnicos utilizados por Putin para ganar influencia en la región.

Poco antes de la independencia en 1991, Transnistria, la parte este de Moldavia, buscó una alianza con Rusia. Hace pocas semanas, los gaugasios, habitantes de esta zona, acordaron por referéndum una unión comercial con Rusia y también Abjasia y Osetia del Sur se separaron tras la guerra del Cáucaso en 2008 y hablan ruso como lengua oficial.

Rusia podría seguir intentando inmiscuirse en la posición occidentalista de ambos países. Tanto Georgia como Moldavia quieren firmar un acuerdo de estado asociado similar al de Ucrania. Sin embargo, todavía son muy dependientes de Rusia y Moscú intenta por todos los medios conseguir un rechazo a asociación. Para el politólogo Werner Weidenfeld, esto tampoco valdría como argumento para comenzar negociaciones con la UE: “No se puede aceptar a todos aquellos países en los que podría haber problemas”.

(Fuente: Deutsche Welle )