Sesión del gabinete de ministros. (Foto: Cortesía Gobierno de Ucrania)

Sesión del gabinete de ministros. (Foto: Cortesía Gobierno de Ucrania)

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El círculo se cierra. Hace casi siete meses, el 28 de noviembre de 2013, Víktor Yanukóvich, por entonces presidente de Ucrania, tuvo la oportunidad de hacer historia.

La Unión Europea estaba dispuesta a firmar en Vilna, en el marco de la cumbre “Asociación Este”, el acuerdo de asociación con su país. El documento, negociado ya en 2011, tenía como objetivo acercar a Ucrania económicamente a la UE con, entre otras cosas, la creación de una zona de libre comercio. Yanukóvich se negó a hacerlo. Lo justificó con la presión económica de Rusia. Este viernes (28.06.2014), su sucesor, Petró Poroshenko, lo firma en la cumbre de la UE en Bruselas.

Se trata de la parte económica. La asociación política fue firmada ya el 21 de marzo por Arseni Yazeniuk, por entonces primer ministro ucraniano. Con la firma, la UE quiso demostrar su solidaridad con Ucrania, que, con la anexión de Crimea por parte de Rusia, había perdido parte de su territorio.

Amenaza de más pérdidas territoriales

Ahora, Ucrania se ve amenazada de perder más territorios en el este. En Donetsk y Luhansk, separatistas prorrusos han proclamado “repúblicas populares” y libran duros combates con las fuerzas armadas ucranianas.

Ya han muertos cientos de seres humanos. Kiev acusa a Rusia de apoyar a los separatistas con mercenarios y armas. Poroshenko proclamó un cese el fuego unilateral, que termina el viernes a las 9 h Horario Europeo Central de Verano. Si bien fue apoyado por los separatistas, en la práctica lo ignoraron.

El gobierno de Kiev espera ahora más ayuda económica de Bruselas e inversiones occidentales. El país se halla desde hace meses al borde de la bancarrota y necesita urgentemente miles de millones de ayuda financiera. Ucrania tiene también la esperanza de que el Acuerdo de Asociación sea un primer paso hacia una integración total en la UE.

También Georgia y Moldavia de la partida

Junto con Ucrania también otras dos ex repúblicas soviéticas firmaron en Bruselas acuerdos de asociación similares: Georgia y Moldavia. Los tres países son miembros de la “Asociación Este”.

La firma estaba planeada para más adelante, pero los sucesos en Ucrania aceleraron el proceso. Tanto los políticos como la población entienden hoy que “no tiene sentido apostar más por Rusia”, dijo a DW Kakha Gogolashvili, experto de la Fundación de Estudios Estratégicos de Georgia. Además, la aproximación económica a Bruselas no está dirigida contra otros países.

Rusia, por el contrario, amenazó a Ucrania con serias consecuencias económicas si Kiev firmaba el Acuerdo de Asociación con la UE. Para dar peso a esa amenaza, Rusia interrumpió en agosto por algún tiempo las importaciones desde Ucrania.

“Debemos contar con una guerra económica de Rusia a corto plazo”, advirtió por ello a mediados de junio Pavlo Sheremeta, ministro de Economía de Ucrania.

Despedida de la zona de influencia rusa

Para Ucrania, pero también para Georgia y Moldavia, el Acuerdo de Asociación con la UE supone la largamente añorada despedida de la zona de influencia rusa. Moscú intentó durante muchos años forzar a las ex repúblicas soviéticas a integrar la nueva Unión Euroasiática, impulsada por Putin. Sin éxito. Ahora, en Bruselas se consuman hechos.

Hace meses, Moscú exigió el derecho a intervención en la firma de un Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la UE. Kiev y Bruselas lo rechazaron. No obstante, igual podrá haber consultas. La agencia de noticias Interfax escribió, remitiendo a una fuente anónima en Bruselas, que en julio podrían tener lugar conversaciones entre Ucrania, la UE y Rusia acerca de las consecuencias del Acuerdo de Asociación.

(Fuente: Deutsche Welle )