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El Cairo, Egipto Un Tribunal egipcio condenó hoy a dos años de cárcel a la reputada activista Amal Fathy por difundir unos vídeos en Facebook en los que denunció haber sido víctima de acoso sexual.
El Tribunal de Delitos Menores del barrio cairota de Maadi, en el que se celebró la audiencia pública, le impuso también una multa de 10.000 libras egipcias (unos 550 dólares).
La activista, directora ejecutiva de la ONG Comisión Egipcia para los Derechos y las Libertades, fue hallada culpable de los cargos de difusión de noticias falsas en Facebook y de incitación a derrocar al régimen.
La condena de cárcel es eludible mediante el pago de una fianza de 20.000 libras (unos 1.100 dólares), pero Fathy no podrá ser puesta en libertad porque está en prisión preventiva por otro caso en el que es acusada de pertenencia a grupo terrorista e incitación a cometer actos terroristas.
El marido de Fathy y director de la ONG, Mohamed Lotfy, dijo a Efe que su mujer sufrió un “ataque de pánico” al conocer la sentencia y aseguró que se encuentra “exhausta” porque padece depresión y en la cárcel no puede medicarse.
“Esto no solo es una condena. Es enviar un mensaje a las mujeres, para decirles: si gritan irán a la cárcel. Y a los acosadores les dice: pueden acosar todo lo que quieran”, comentó Lotfy.
Fathy fue arrestada el pasado mayo por la Policía egipcia por haber publicado dos vídeos en Facebook en los que relataba varias experiencias de acoso sexual en una sucursal de un banco y en el que criticaba al Gobierno por fracasar en la protección de las mujeres.
Los directores de Banco Misr, donde sucedieron los hechos, acusaron a Fathi de agresión verbal y de insultar a los funcionarios del banco.
En la sentencia, el Tribunal consideró que dos vídeos publicados por Fathi en su cuenta personal en Facebook incluyen insultos ofensivos y excesivos contra todas las instituciones del Estado.
Un grupo de 17 expertos en Derechos Humanos de la ONU criticó ayer la detención de Fathy y de otros cuatro activistas, que también están siendo procesados por cargos de terrorismo.
El comunicado conjunto afirma que la persecución “sistemática” de los defensores de los Derechos Humanos es “un indicio de que el Gobierno egipcio aplica un enfoque de tolerancia cero con respecto de la disidencia, que a menudo se suprime con el pretexto de luchar contra el terrorismo”.
Sobre estas acusaciones, Lotfy dijo que es “una situación general” en Egipto, en la que se acusa de terrorismo a cualquier disidente.
Amnistía Internacional criticó hoy que se haya condenado a Fathy “simplemente por su coraje de hablar contra el acoso sexual”.
“Este es un caso indignante de injusticia, en el que el superviviente es sentenciado mientras que el acosador permanece en libertad”, dijo la directora regional de AI, Najia Bounaim, en un comunicado.
EFE