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Testigos del incendio ocurrido en una discoteca de Brasil, que dejó un saldo inicial de 245 muertos y 48 heridos, denunciaron que los guardias de seguridad bloquearon la salida del local durante varios minutos después de iniciado el fuego.
En diálogo con medios locales, asistentes a la discoteca Kiss, ubicada en la ciudad de Santa María, dijeron que los agentes interceptaron la salida porque creían que había una pelea y quisieron evitar que se marcharan sin pagar lo consumido.
También a través de las redes sociales, personas que estaban en la fiesta confirmaron que durante algunos minutos se les impidió abandonar el lugar, con capacidad para unas 2.000 personas, que fue consumido por las llamas en minutos.
El caos en el local nocturno llevó a que muchas de las víctimas entraran en los baños creyendo que se trataba de la salida de emergencia. Según voceros del Comité de Gestión de Crisis, la mayoría de las víctimas mortales, cuyo número podría aumentar con las horas, murió asfixiada.
Las labores de búsqueda de cuerpos prosiguen en el interior del local, que corre peligro de derrumbe. Si bien los bomberos informaron que todos los cuerpos fueron retirados, no se descarta que alguno pueda encontrarse aún entre los escombros.