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El cantante de rock y soul Bruno Mars cautivó a los miles de asistentes del Super Bowl XLVIII durante la mitad del encuentro entre los Seahawks de Seattle y los Broncos de Denver. El artista estadounidense de 28 años demostró su madurez y domino del escenario durante su espectáculo de poco más de 12 minutos.
El show de Mars empezó con un coro de niños, seguidos por su canción Locked Out of Heaven. Luego llegó Treasure y la esperada aparición de los Red Hot Chili Peppers, que –con el dorso desnudo, como en sus mejores conciertos– descargaron su potencia en el MetLife Stadium de Nueva York con Give It Away, uno de sus grandes hits.
La banda de Anthony Kiedis se complementó a la pefección con Mars, quien es la estrella más joven en animar el entretiempo del Super Bowl en los últimos 13 años. Para el final, el cantante interpretó su balada Just the Way Your Are, que fue acompañada por imágenes de marines.
El Super Bowl, en el que los Seahawks se coronaron campeones por primera vez, fue visto por más de 100 millones de personas en televisión. Como todos los años, los anuncios publicitarios y tráilers de películas fueron parte fundamental del espectáculo.
