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El Gobierno de Siria acusó a los rebeldes de haber atacado con gas cloro tres barrios residenciales de la ciudad de Alepo, en el norte del país y cercana a la zona desmilitarizada de Idlib.
Al menos 107 civiles fueron hospitalizados la noche del sábado con síntomas de intoxicación, según fuentes médicas citadas por la televisión pública y por la agencia oficial SANA.
El jefe del Departamento Sanitario de Alepo, Ziad Hach, afirmó que los pacientes fueron expuestos a gas cloro, en declaraciones recogidas por la televisión pública.
Los morteros con los gases tóxicos impactaron en los barrios Al Jaldiya, Calle del Nilo y Yamaiya al Zahraa de Alepo, la mayor ciudad del norte de Siria.
La agencia oficial afirmó que el ataque fue llevado a cabo por “terroristas”, sin identificar a qué grupo o facción pertenecen.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que 32 personas, en su mayoría niños y mujeres, necesitaron atención médica con síntomas de sofoco por el supuesto ataque químico, aunque no identificó el origen de los morteros.
La agencia SANA afirmó que el Ejército sirio disparó contra la fuente del ataque químico e infligió “grandes pérdidas” en las filas de los “terroristas”.
La ciudad de Alepo está a pocos kilómetros de la zona desmilitarizada acordada entre Rusia y Turquía, que separa las tropas gubernamentales y las rebeldes en la provincia de Idlib y sus alrededores.
Este acuerdo se lleva implementando desde el pasado 15 de octubre, lo que paralizó una inminente ofensiva gubernamental contra Idlib, aunque ambas partes han cometido desde entonces ataques intermitentes, incluyendo el lanzamiento de proyectiles de mortero y bombardeos.
La zona desmilitarizada es una franja de unos 20 kilómetros de ancho que rodea el territorio controlado por los rebeldes en Idlib, que incluye algunas poblaciones en las provincias vecinas de Latakia, Hama y Alepo.
Fuente: EFE