Muerte del joven generó multitudinarias protestas en todo el país. (Foto: Elvert Barnes/Flickr)

Muerte del joven generó multitudinarias protestas en todo el país. (Foto: Elvert Barnes/Flickr)

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Los resultados preliminares de la segunda autopsia realizada a Michael Brown reafirman que el adolescente recibió al menos seis balazos, pero que de todos, el que recibió en la parte superior del cráneo fue el último y el mortal.

Según el patólogo y doctor Michael Baden, responsable del segundo procedimiento, todas las demás heridas de bala recibidas, en el pecho y el brazo derecho, podían haber sido tratables menos la que impactó en el cráneo.

Al mismo tiempo Baden explicó al detalle de qué forma impactaron las balas y que ahora había que poner sobre la mesa los resultados de ambas autopsias para mayores análisis de los expertos criminalistas.

De igual manera los padres de Michael Brown, a través de su abogado, señalaron que solicitaron la segunda autopsia debido a que no confían en el Gobierno y que al igual que ellos, la comunidad de Ferguson, Missouri y el pueblo estadounidense en general quiere respuestas claras y transparencia en el caso de su hijo.

La segunda autopsia fue realizada en la casa funeraria por un patólogo independiente y es consistente en varios aspectos con los resultados de la realizada por el médico forense.

El abogado de la familia Brown explicó en conferencia de prensa que estos detalles servirán para que el fiscal tome una decisión sobre los cargos que estarían aplicando al autor de los disparos.

Según los padres del joven afroamericano, existe suficiente evidencia para que detengan al oficial de la policía que realizó los disparos.

El doctor Baden también dijo a los medios que éstos eran solo los resultados “preliminares” de la segunda autopsia y que también estarían a la espera de los resultados del examen toxicológico, que estaría listo a más tardar en una semana.

De igual manera aclaró que durante la segunda autopsia no pudieron realizar un segundo examen toxicológico porque se realizó horas después del deceso cuando ya no hay fluidos, como sangre en el cuerpo, para tomar las muestras necesarias para análisis.

Fuente: Voz de América.