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Las cuentas de las embajadas de Rusia en Bruselas fueron congeladas hoy, en medio de la tensión entre Vladimir Putin y la Unión Europea (UE), apoyada por Estados Unidos, por la escalada en el conflicto en Ucrania.
El Ministerio de Relaciones de Moscú, en respuesta a la medida, convocó al embajador del Kremlin en Bélgica, Alex Van Meeuwen, “para protestar enérgicamente”.
Los reclamos alcanzan también a la UE y la OTAN, que ejecuta ejercicios bélicos en Estados Bálticos y en Polonia, países de la organización cercanos a las fronteras rusas.
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En la víspera, la comunidad europea acordó ampliar las sanciones económicas a Rusia hasta finales de enero de 2016, como castigo por apoyar a los rebeldes separatistas que se enfrentan en Kiev al Ejército ucraniano. La duración de las penalidades dependía de la aplicación de los acuerdos de paz de Minsk.
Antes de la decisión, el presidente Putin anunció que reforzará su arsenal nuclear con el despliegue de más de 40 nuevos misiles intercontinentales a finales de año, gesto calificado de “ruido de sables” por la OTAN.
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“Si alguien amenaza algunos de nuestros territorios, tendremos que orientar a nuestras fuerzas armadas y nuestras fuerzas de ataque modernas en esos territorios de los que viene la amenaza (…) Es la OTAN que llega a nuestras fronteras y no nosotros que nos movemos hacia ningún lado”, advirtió el mandatario.