La que será la cuarta ronda de negociaciones formales, en las que Noruega hace de mediador, se celebrará la primera semana de abril. (Foto: EFE)

La que será la cuarta ronda de negociaciones formales, en las que Noruega hace de mediador, se celebrará la primera semana de abril. (Foto: EFE)

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El Gobierno de Filipinas y los rebeldes comunistas, representados por el Frente Democrático Nacional de Filipinas (NDFP, sigla en inglés), han acordado volver a la mesa de negociaciones de paz, después de que rompieran el alto el fuego y el diálogo este año, informan hoy los medios locales.

El acuerdo lo consiguieron el sábado los jefes negociadores de ambas partes, Silvestre Bello y Ficel Agcaoili, por el Gobierno y los rebeldes, respectivamente, al final de dos días de conversaciones informales en Holanda.

La que será la cuarta ronda de negociaciones formales, en las que Noruega hace de mediador, se celebrará la primera semana de abril; y la quinta, en junio, según el comunicado conjunto emitido por ambas partes.

Antes de sentarse a la mesa, el Gobierno de Filipinas se ha comprometido a excarcelar a 23 prisioneros políticos: cuatro que el NDFP quiere que participen en las conversaciones y los restantes 19 por razones humanitarias y otros motivos.

Ambas partes han reactivado todos los acuerdos alcanzados anteriormente, como la Declaración Conjunta de La Haya, y se han comprometido a restablecer la tregua de forma unilateral.

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte , dio por terminado el diálogo con la guerrilla comunista el 4 de febrero pasado, días después de que ambas partes anunciaran el fin del alto el fuego.

“Las conversaciones de paz permanecerán canceladas a menos que haya razones convincentes de que serán en beneficio del interés de la nación”, dijo Duterte, después de que rebeldes del Nuevo Ejército del Pueblo, brazo armado del ilegal partido comunista, perpetraran varios ataques contra las fuerzas de seguridad.

El Nuevo Ejército del Pueblo cuenta con unos 6.000 combatientes regulares que han llevado a cabo atentados, asesinatos, secuestros y extorsiones con un balance de más de 30.000 muertos desde su creación, en 1969.

El principal escollo de las negociaciones es la negativa del Gobierno a poner en libertad a unos 140 presos vinculados a esta guerrilla de inspiración maoísta.

(Fuente: EFE)