Miles de indocumentados que fueron traídos de niños dependen de las protecciones del DACA. (Foto: Michael Fleshman/Flickr)

Miles de indocumentados que fueron traídos de niños dependen de las protecciones del DACA. (Foto: Michael Fleshman/Flickr)

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Republicanos de la Cámara de Representantes buscan despejar el camino para votar un proyecto de ley que podría significar la deportación de más de 500.000 inmigrantes que fueron traídos ilegalmente cuando niños, conocidos como dreamers, y hacer frente a la oleada de menores indocumentados procedentes de Centroamérica.

Tras una serie de reuniones la mañana del 1 de agosto, el liderazgo republicano de la cámara decidió someter a votación dos proyectos de ley, uno para atender la crisis fronteriza, que tendría un costo total de US$700 millones, y otro para detener la expansión del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que detiene protege a jóvenes llamados dreamers de procesos de deportaciones, y le quitaría al presidente Barack Obama la facultad de extender las protecciones de DACA a otros inmigrantes.

La propuesta fue rechazada de inmediato por líderes demócratas en el Congreso y el presidente Obama, quien la califico de “extremista y sin sentido”.

El representante demócrata, Luis Gutiérrez, señaló que la iniciativa republicana es un atropello a los derechos de los inmigrantes.

Para el representante demócrata por Nueva York, José Serrano, los republicanos buscan réditos políticos con miras a las elecciones legislativas.

Es poco probable que la ley de la Cámara avance más allá de la votación, ya que el Senado ya comenzó sus vacaciones y el proyecto no podrá ser conciliado, según expertos.

Más que nada, la votación sería un acto para poder demostrar a los votantes de los distritos que los representantes que hicieron “algo” por atender la crisis fronteriza.

“Voy a tener que actuar solo”, dijo por su parte Obama durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.

Ante la falta de acción del Congreso, Obama dijo que las agencias federales que se ocupan de la afluencia de inmigrantes tendrían que reasignar fondos y personal para atender la crisis fronteriza.

Fuente: Voz de América.