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Mil latigazos. Lo que suena como una tortura medieval es la condena dictada contra el bloguero saudita Raif Badawi. Los primeros 50 golpes los sufrió públicamente el 9 de enero, inmediatamente después de la oración de los viernes. Posteriormente, la Justicia saudita suspendió por dos semanas la golpiza, pero este viernes pretende continuarla.
Badawi fue detenido en 2012, porque supuestamente ofendió al islam con su página de internet “Saudíes liberales libres”. Además se lo acusó de haber ridiculizado a dignatarios islámicos y de haber transgredido “los límites de la obediencia”. Por estos cargos fue condenado a 10 años de cárcel, una multa cercana a los 200.000 euros y la pena de los 1.000 latigazos: 50 cada viernes, durante 20 semanas. Médicos dicen que eso equivale a una ejecución en cuotas.
Indignación en la red
En todo el mundo ese brutal castigo ha causado espanto e indignación. A través de Facebook se han organizado protestas ante las embajadas y consulados sauditas en diversos países. El grupo de Facebook Free Raif Badawi promueve marchas de protesta y otras actividades para este fin de semana en Alemania, Bélgica, Suiza, Austria, Canadá, Gran Bretaña, Irlanda y Estados Unidos. En Bélgica, un pequeño grupo se manifestó ya este jueves ante la embajada de Arabia Saudita, demandando la liberación inmediata e incondicional del bloguero.
También en Twitter cunde la protesta con el hashtag #FreeRaif. La cuenta de Badawi la lleva ahora su mujer, Ensaf Haidar, y tiene casi 39 mil seguidores. Ensaf Haidar huyó en 2012 con los tres hijos de la pareja a Canadá. Desde entonces lucha por la liberación de su marido y colabora, entre otras cosas, con Amnistía Internacional (AI).
“Raif me dijo que tras la primera golpiza tenía fuertes dolores, su estado de salud es malo y estoy segura de que no resistirá una segunda tanda”, dijo la esposa del bloguero.
Mantener viva la esperanza
AI Canadá emprendió una campaña para salvar a Badawi, en la que exhorta al gobierno saudita a retirar todos los cargos en su contra y a liberarlo de inmediato. Casi 76.000 personas ya la han firmado. Otra petición de “Reporteros sin Fronteras”, que se dirige directamente al rey saudita, cuenta ya con más de 42.600 firmas. También la sección alemana de Amnistía Internacional lucha por su liberación.
La noticia del respaldo de tanta gente se ha filtrado también al interior de la cárcel saudita donde está recluido Badawi. Mirreille Elchacar, de Amnistía Internacional Canadá, destacó ante el periódico La Tribune, de Quebec, la importancia que tienen las acciones en las redes sociales para la moral de Badawi: “Pese a todo, está al día de lo que ocurre y eso le permite mantener la esperanza”.
(Fuente: Deutsche Welle )