En un viaje no solo se fomenta la unión familiar, sino que para un niño significa un vasto aprendizaje a través de experiencias únicas. (Foto: Pixabay)

En un viaje no solo se fomenta la unión familiar, sino que para un niño significa un vasto aprendizaje a través de experiencias únicas. (Foto: Pixabay)

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Ya sea un fin de semana, un feriado largo o una ocasión especial como el Día del Niño, un viaje en familia puede ser uno de los mejores regalos para todos. A través de este, no solo fomentas la unión familiar, sino un vasto aprendizaje que solo un viaje con experiencias únicas puede dar.

Muchos padres eligen su destino en función de las actividades que ofrecen para poder disfrutar tanto grandes como chicos.

Pero, ¿por qué un viaje es una gran alternativa que disfrutarán los niños? Aquí te contamos algunos beneficios de agarrar maletas y emprender una aventura.

Conoce otras culturas

Cuando se viaja a otras partes, cada lugar al que se va tiene una cultura distinta con sus propias formas de vestir, pensar y costumbres. El descubrimiento de estas para un niño puede ampliar su visión respecto al mundo y convertirlos en adultos tolerantes y más empáticos, explica Lennart Ruff, co fundador de Recorrido.pe, plataforma online de pasajes terrestres.

Unión familiar

Viajar es la mejor opción para poder fortalecer las relaciones en familia. Las vicisitudes propias de un viaje pueden llegar a unirlos enormemente, ya que son experiencias únicas que se viven en familia. Esto ocasiona y fortalece el clima familiar que existe en la cotidianidad del hogar, permitiéndoles disfrutar más los momentos en unión y ayudando a afrontar los distintos retos que vengan. Esta unión le permite crecer a un niño emocionalmente saludable.

Desarrolla sus habilidades sociales

Un viaje no solo está repleto de aventuras, sino de diferentes personas. Al estar en contacto con nuevas personas, ocasiona que los niños desarrollen sus habilidades sociales y emocionales, como la empatía, amabilidad, entre otros. Así, después de un viaje, siempre hay una historia que contar, lo que permite que pueda desenvolverse mejor en su entorno social.

Fomenta su espíritu aventurero

Los niños suelen ser curiosos por naturaleza. Viajar le permitirá despertar aún más ese interés y curiosidad por las cosas, lugares y personas. Al aventurarse a nuevas experiencias, les ayudará a ser más decididos, perder la vergüenza y a resolver situaciones a las que se enfrenten, así como ser perseverantes.

Por ejemplo, si se elige viajar a Cusco, uno de los destinos preferidos en Perú, los niños pueden vivir diversas experiencias llenas de adrenalina como sobrevolar las Salineras de Maras en helicóptero y ver diferentes lugares desde el aire; remar en la laguna de Piuray, muy cerca al pueblo de Chinchero o cabalgar hacia el Templo de la Luna. Los especialistas de AIR CAB, servicio de helicópteros operado por Andes, explican que estas actividades mejoran su concentración y les permite desarrollar la autoconfianza y autoestima.

Aprende que no todo es tecnología

La tecnología está estrechamente ligada a los niños desde muy temprana edad, a través del uso diferentes aparatos electrónicos. Al viajar esto cambia, pues la experiencia vivencial que surge de este es mejor que la virtual que se ve a través de una pantalla. Por ejemplo, ir a un área natural en el que un niño pueda ver los animales exóticos en sus hábitats originales les permitirá tener un mayor respeto por la naturaleza y a maravillarse con ella.