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El Gobierno francés justifica su decisión de enviar aviones de combate a Siria por la crisis de refugiados, pero es consciente de que esta misión no surtirá gran efecto contra Estado Islámico.
La Asamblea Nacional francesa discute tras la pausa estival sobre una posible misión con aviones de combate franceses en Siria. Desde hace un año, ataca junto con Estados Unidos posiciones de Estado Islámico en Irak. La semana pasada, el presidente Hollande anunció de pasada que quería extender la misión a Siria .
El presidente francés puede decidir por sí solo sobre este tipo de misiones, no necesita la aprobación del Parlamento. El primer ministro, Manuel Valls, explicó las razones a la Asamblea casi de forma retrospectiva, pues los primeros vuelos de reconocimiento ya estaban de camino hacia territorio sirio. Un total de 14 aviones de combate y uno de transporte empleará Francia en esta misión, para la que, por cierto, no hay un margen de tiempo establecido. “Lo haremos el tiempo que sea necesario”, dice Valls, a la vez que admite que Francia necesitará paciencia.
Ataques aéreos como legítima defensa
El primer ministro dice que en Siria impera el caos, millones de personas huyen de Assad y de las milicias de Estado Islámico . Además, Francia está amenazada por los yihadistas, especialmente los que vuelven de Siria. 491 ciudadanos franceses lucharon en Irak y Siria del lado de los terroristas, de los cuales 133 ya han muerto.
Estado Islámico destruye el patrimonio cultural, como Palmira, y ha impuesto su bárbaro régimen en parte del país. El particular drama de los sirios reside precisamente en que huyen tanto de la opresión de Assad como de los despiadados milicianos de Estado Islámico.
Manuel Valls ha dicho expresamente que no desea que los ataques aéreos contra los islamistas le resulten útiles a Assad. Lo que no explicó es cómo va a hacer París para evitarlo. Durante largo tiempo, su Gobierno no ha intervenido militarmente en Siria precisamente por ese motivo. La oposición pidió en el debate subsiguiente entre otras cosas, que el Gobierno converse con el presidente ruso, Vladimir Putin, para buscar con su ayuda una solución política al conflicto.
Valls, por su parte, insiste en que bajo ningún concepto habrá una solución con Assad como la que Rusia pretende. El líder de los republicanos cuestionó entonces la motivación que se oculta tras la misión aérea francesa: ¿cuál sería su objetivo? ¿Derrocar a Assad o expulsar a Estado Islámico? En cualquier caso, sin una respuesta internacional conjunta, los ataques aéreos franceses tendrían poco efecto. Muchos se preguntan cuál sería la utilidad de una misión tal.
Por ahora no habrá misión terrestre
El primer ministro cree que, por ahora, una misión terrestre por parte de Francia está descartada. Pero si se formara una alianza amplia con países vecinos a Siria que proporcionaran el número necesario de soldados, Francia estaría dispuesta a librar a Siria de la tiranía del Estado Islámico.
El politólogo francés Dominique Moissi cree que Hollande está tan desconcertado sobre la debacle en Siria como otros gobiernos occidentales. ¿Por qué ha decidido de repente no esperar más y seguir observando, tal y como hace Cameron en Reino Unido?
El detonante ha sido la crisis de refugiados. Una misión aérea francesa es un gesto de que París quiere emprender alguna medida al respecto. Incluso aunque el Gobierno sea consciente de que un par de cazas no van a cambiar la situación. Pero “el presidente quiere demostrar que hace algo”, dice Moissi, experto en política Exterior.
Además, Hollande se siente presionado por los argumentos de la oposición, que exige restablecer el orden en Siria para atajar desde su raíz el flujo de refugiados. Tanto los republicanos como el Frente Nacional desean evitar una nueva ola migratoria en Francia. También la política exterior de los socialistas franceses tiene ya la mira puesta en las próximas elecciones de 2017.
(Fuente: Barbara Wessel/Deutsche Welle )