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Cerca de 9.000 hectáreas de cultivos ilegales de hoja de coca, materia prima para elaborar la cocaína, fueron destruidas en Perú durante los últimos tres meses, informó hoy el Ministerio del Interior en un comunicado.

La erradicación a cargo del Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos Ilegales en el Alto Huallaga (Corah) también logró desmantelar 73 “laboratorios” y evitar así una producción aproximada de 68 toneladas de cocaína de alta pureza, que luego serían enviadas a Brasil, Estados Unidos y Europa, principalmente.

Entre los “laboratorios” destruidos había 59 ocultos entre las plantaciones de coca, y otros catorce, de mayores dimensiones, estaban situados en los municipios de Aucayacu, Padre Abad, Ciudad Constitución, Huayhuante, Monzón, Irazola y Curimaná.

El Corah también destruyó en estos últimos tres meses 4.037 almácigos de hoja de coca, listos para ser sembrados en nuevas plantaciones.

El objetivo del Corah es destruir 20.500 hectáreas de cultivos ilegales de hoja de coca en este año 2017 y lograr las mayores garantías de que no vuelvan a ser sembradas con la misma planta.

Perú tiene actualmente no menos de 55.000 hectáreas de cultivos ilegales de coca esparcidos por gran parte de su territorio, que permiten la producción de unas 400 toneladas anuales de cocaína, según las estimaciones de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).

La mayor parte de las plantaciones se concentra en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), la cuenca cocalera más grande del mundo, capaz de producir unas 270 toneladas de cocaína al año, según Devida, y donde todavía no se erradican cultivos por ser refugio de los últimos remanentes del grupo armado Sendero Luminoso.

EFE