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Solo tres centros de atención en casos de adicciones, también conocidos como comunidades terapéuticas, operan de manera formal en el país, informó el director de Salud Mental del Ministerio de Salud, Carlos Bromley Coloma.
Señaló que el principal inconveniente para la formalización de estos centros es la demora en la entrega de certificados de zonificación que expiden las municipalidades, y que es el documento que autoriza el funcionamiento del local dentro de un distrito.
Bromley Coloma manifestó a Andina que ese retraso obedece a que las autoridades ediles aún no entienden que esa es una de sus competencias.
“En Lima y Callao tenemos totalmente identificadas 111 comunidades terapéuticas, y para formalizarlas necesitamos que los municipios viabilicen la entrega de certificados. Ellos son los que autorizan su apertura en su ámbito, pero todavía no comprenden que es bueno hacerlo”, explicó a la agencia Andina.
Otro problema que presentan las comunidades terapéuticas es la falta de personal especializado y adiestrado en orientación y tratamiento a personas que padecen la enfermedad de la adicción.
Al respecto, informó que en convenio con Devida se diseñó un programa de capacitación a consejeros, dirigido a esos servicios especializados. En estos momentos están a la espera de que las universidades e institutos acrediten sus competencias para aplicarlo.
“Abrir una escuela de consejeros para adicciones que trabajen en comunidades terapéuticas es una alternativa para resolver la falencia de personal calificado. El programa está en proceso de implementación”, precisó el médico psiquiatra.
Bromley Coloma también reconoció que otra dificultad que enfrentan las comunidades terapéuticas es la adecuación de su infraestructura y equipamientos, conforme exige el reglamento de la Ley de los Centros de Atención para dependientes que funcionan bajo la modalidad de comunidades terapéuticas.
“Las comunidades tienen dificultades para cumplir la norma porque eso implica inversión que no pueden hacer, por eso decidimos con Devida y las municipalidades ayudarlas a formalizarse pues con cerrarlas no conseguimos nada. Ellas vuelven abrir otro local y continúa el circuito de la informalidad”, expresó.