(Foto: Captura de video/YouTube)
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El papa Francisco volvió a sorprender con un inédito gesto que demostró su humildad y sencillez.
El viernes, durante la celebración penitencial en la Basílica de San Pedro, el pontífice argentino se confesó de rodillas ante un sacerdote común, práctica poco habitual tomando en consideración que el líder de la Iglesia católica suele confesarse en estricto privado.
Ante la sorpresa del sacerdote elegido y tras recibir la absolución respectiva, Francisco se dirigió hacia un confesionario vacío y escuchó a varios fieles que pusieron en práctica el sacramento de la reconciliación.
En la historia reciente de la Iglesia no se recuerda a ningún papa que se haya confesado de forma pública.
