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El papa Francisco declaró hoy santo a Juníspero Serra, el misionero español del siglo XVIII que fue uno de los fundadores de California, en una ceremonia celebrada en Washington.

El fraile franciscano se ha convertido en un símbolo para los hispanos e inmigrantes. Desde este sector se demanda al pontífice que abogue por su situación en Estados Unidos. El acto se celebró en la basílica del Santuario de la Inmaculada Concepción de la capital de EE.UU.

“Supo vivir lo que es la Iglesia en salida, esta Iglesia que sabe salir e ir por los caminos, para compartir la ternura reconciliadora de dios. Supo dejar su tierra, sus costumbres, se animó a abrir caminos, supo salir al encuentro de tantos aprendiendo a respetar sus costumbres y peculiaridades”, expresó el papa Francisco.

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Serra nació en la isla española de Mallorca y murió en California, donde hasta hoy es una figura controvertida. Grupos indígenas lo critican por haber liderado un sistema de misiones que sometió a los pueblos originarios.