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El papa Francisco nombró a cuatro nuevos cardenales para la comisión que vigila el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el Banco Vaticano. Solo uno de los religiosos se mantendrá en la institución.
Los ingresantes son el español Santos Abril y Castelló, el canadiense Thomas Christopher Collins, el arzobispo de Viena Christoph Schönborn y el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, quien será nombrado cardenal el 22 de febrero.
El único miembro de la comisión que mantendrá su cargo será el francés Jean-Louis Touran. El antecesor de Francisco, Benedicto XVI, había confirmado por cinco años más a la comisión poco antes de su dimisión en febrero de 2013.
La decisión es tomada como parte de los esfuerzos del Sumo Pontífice por hacer prevalecer su autoridad sobre las estructuras vaticanas. El expresidente de la comitiva, el cardenal Tarcisio Bertone, era el religioso de más alto nivel que queda fuera tras la reestructuración.
El IOR, involucrado una serie de escándalos por presuntos movimientos ilegales de capitales, se encuentra en un periodo de reformas y adaptación a los estándares internacionales.