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España, Francia y Portugal negaron haberle prohibido el uso de su espacio aéreo al presidente de Bolivia, Evo Morales. El jefe del Estado tuvo que hacer una escala de 13 horas en Austria cuando regresaba de una cumbre en Rusia por las sospechas de que transportaba al extécnico de la CIA Edward Snowden, requisitoriado por Estados Unidos por filtrar documentos que revelaban su programa de espionaje electrónico.
El ministro de Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, rechazó haber retirado el permiso que le habían otorgado previamente a la aeronave de Morales. Según indicaron, el avión no aterrizó en el plazo previsto en el aeropuerto de Las Palmas en Gran Canaria.
“Si ha habido dificultades posteriores, ha sido como consecuencia de autorizaciones para sobrevolar espacios aéreos que no son el español”, dijo el titular de Exteriores.
Tanto el portavoz del Gobierno francés, Najat Vallaud-Belkacem, como el ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Laurent Fabius, aseguraron que Francia sí autorizó el uso de su espacio aéreo, aunque se negaron de dar más detalles al respecto.
Del mismo modo, las autoridades de Portugal afirmaron que sí dieron permiso a Morales para sobrevolar su territorio, aunque no le permitieron aterrizar en el aeropuerto de Lisboa por problemas técnicos no especificados. Ninguna autoridad de Italia, el cuarto país involucrado en este incidente, ha dado una explicación oficial sobre este tema hasta el momento.
Morales realizó esta mañana una escala en Gran Canaria antes de continuar con su viaje a Bolivia. El cónsul de Venezuela en este territorio español, David Nieves, se trasladó al aeropuerto como medida solidaria al mandatario. Horas antes, el presidente del país llanero, Nicolás Maduro, anunció que su país respondería a esta agresión.