Síguenos en Facebook
FOTOS | Armenios y azerbaiyanos desoyeron los nuevos llamados a una tregua y se enfrentaron durante toda la noche en la línea del frente en Nagorno Karabaj, enclave separatista armenio en territorio de Azerbaiyán.
Stepanakert, capital de esta república autoproclamada, se sumió en la oscuridad para hacerse lo más invisible posible a los drones azerbaiyanos que habían atacado la ciudad el domingo. Situada a unos 20 km de los combates, se produjeron allí dos explosiones en la noche del miércoles al jueves.
En la madrugada del quinto día de enfrentamientos, ningún bando parecía haber logrado un avance significativo frente el otro. Las fuerzas azerbaiyanas aseguran desde hace varias jornadas que tomaron posiciones armenias que escapan a su control desde hace casi tres décadas.
Nagorno Karabaj, de mayoría armenia, se proclamó independiente de Azerbaiyán en 1991, lo que desató una guerra que causó 30.000 muertos. Desde entonces, la situación está estancada, aunque a menudo estallan refriegas, como en 2016.
“Disparos devastadores”
El ministro de Defensa azerbaiyano declaró el jueves que “toda la noche ha habido disparos de artillería devastadores contra las fuerzas armenias”.
Por su parte, el ejército de Karabaj afirmó haber impedido que Azerbaiyán “reagrupe sus tropas”, y añadió que “la situación táctica no ha cambiado”.
Desde el inicio de las hostilidades el domingo, sólo se han difundido balances parciales que dan cuenta de un total de 127 muertos.
Los armenios anunciaron la muerte de 104 soldados y ocho civiles. Bakú, que sigue negándose a comunicar pérdidas militares, informó de 15 civiles muertos.
Los dos bandos afirman haber causado al otro cientos de víctimas. Y cada uno publica vídeos para corroborarlo, como unas imágenes del miércoles de un dron azerbaiyano atacando un camión de transporte de tropas o una grabación armenia que muestra varios cuerpos en el suelo con el uniforme del ejército de Azerbaiyán.
Los llamados a una tregua no dejan de multiplicarse. Así lo hicieron a última hora del miércoles el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, dos de los tres mandatarios de países que forman, junto con Estados Unidos, el Grupo de Minsk que, desde 1992, es mediador en el conflicto de Nagorno Karabaj.
Los dos presidentes reclamaron un cese “completo” de los combates y pidieron “disminuir las tensiones y dar prueba de moderación cuanto antes”, según un comunicado del Kremlin difundido tras una conversación telefónica entre los dos jefes de Estado.
Antes, Moscú había propuesto acoger “una reunión de los jefes de la diplomacia de Azerbaiyán, Armenia y Rusia”.
Pero el presidente azerbaiyano, Ilham Aliev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, rechazaron cualquier idea de negociaciones y se dijeron decididos a seguir combatiendo.
En sus respectivos territorios, tras decretarse la movilización y la ley marcial, numerosos voluntarios se presentaban para combatir en el frente.
Rusia, potencia regional que mantiene relaciones cordiales con las dos antiguas repúblicas soviética, se preocupa cada vez más por el papel de Turquía, que respalda a Bakú, en el conflicto.
“Larga guerra”
Moscú reprochó a Ankara de “echar más leña al fuego” tras alentar a Bakú en su ofensiva.
El miércoles, sin apuntar directamente a Turquía, la diplomacia rusa afirmó estar “muy preocupada” por el despliegue en Karabaj de “terroristas y mercenarios extranjeros” procedentes de Siria y Libia, dos países en los que Ankara participa militarmente con aliados locales.
Armenia ya había acusado a Turquía de enviar a “mercenarios”, pero tanto Ankara como Bakú lo desmintieron.
Para el dirigente de Nagorno Karabaj, Arayik Harutyunian, los enfrentamientos actuales difieren de los anteriores debido a la participación turca en el conflicto.
Por el momento, la injerencia militar de Ankara no está establecida. Sólo Armenia lo asegura y afirma que Turquía desplegó aviones F-16 y envió pilotos de drones y especialistas militares.
“El verdadero enemigo es Turquía”, denunció el miércoles ante la prensa Harutyunian, considerando que habría que prepararse para una “larga guerra”.
Una intervención militar directa de Turquía supondría un giro importante y la internacionalización del conflicto.
Fuente: AFP